ᴇᴠᴇʀᴍᴏʀᴇ || ᵖᵉᵈʳᵒ ᵍᵒⁿᶻᵃˡᵉᶻ ||

007

ANDREA POV'S

Mis ojos se abren al sentir la luz en mi cara, miro a mi lado izquierdo esperando ver a Pedro pero no estaba, me siento en la cama viendo toda la habitación en busca de su presencia pero no estaba en la habitación su aroma me llega y huelo un poco su camiseta, olía a él cómo si estuviera conmigo.

Cojo mis tacones y mi ropa y salgo de la habitación para ir a la mía y una voz me frena.

—¿Andrea? —el acento francés se hace inigualable para mi oído y me giro sonriendo algo falsamente, no quería encontrarme con nadie y menos aún con estas pintas— ¿Has dormido con Pedri?

—Si —veo cómo sonríe, pero no era una de esas sonrisas majas, si no las sonrisas de pillo— ¡No es lo que parece!

—No he dicho nada —el franco-español ríe provocando que yo ruede los ojos— Te has delatado tu solita.

—Robin Le Normand, no ha pasado nada, no saques conclusiones. 

Termino la conversación yéndome de ahí y entro en el ascensor para ir al cuarto, al llegar voy a mi habitación, dejo todo en el suelo y me deshago de la camiseta y de la ropa interior y voy a la ducha para despejarme.

[...]

Al salir un mensaje suena en mi móvil así que me enrollo con la toalla y salgo del baño, busco mi móvil y entro al mensaje, era Pedro.

Le dejo en visto y apago el móvil, busco en el armario un chándal y al encontrarlo me lo pongo y salgo de la habitación yendo al ascensor, marco el número dos y un poco después el ascensor se abre en ese piso, salgo y marco el pin de la habitación.

—¿Pedro? —digo entrando en la habitación—.

—Aquí, es que iba a ducharme —dice mientras sale del baño, tenía la toalla enrollada en la cintura y parecía que en cualquier momento se le iba a caer—.

—¿Y mi falda?

—Encima de la cama —miro la cama y al verla la cojo—.

Pedro tenía su mirada en mi y me estaba poniendo algo nerviosa.

—¿Dónde has ido esta mañana? —pregunto al recordar que no estaba cuando me he despertado—.

—Los Buyer han venido a grabar y pues tenían que hacer un vídeo conmigo y con Lamine —me explica—.

—Pues ya veré ese vídeo, ¿no me he dejado nada más no? —el tinerfeño niega—.

—Que yo sepa no, pero si veo algo más te aviso pecas —me guiña un ojo y noto cómo mis piernas flaquean un poco—.

—Vale, bueno me voy y dejo que te duches —Pedro asiente—.

—Hasta ahora.

Sonrío y salgo de la habitación suspirando, en vez de mejores amigos parecíamos otra cosa.

Cariño no sé cómo te has controlado ahí dentro.

Vaya subconsciente, no ayuda para nada.

Me dirijo a la sala dónde están los juegos y veo a Robin y a Unai jugar parchís así que voy dónde están para ver la partida.

—Hola —Unai me saluda tirando el dado—.

—Ahora si estás decente —me dice Robin y niego sonriendo,cojo una de las sillas que habían allí—.

—Mira que eres tonto, ojo Unai que vas ganando.

—Pfff, este es un pringado, ha estado en la cárcel y en el pozo mira si es malo —dice Unai dándole el dado a Robin mientras se ríe—.

—Ya me jodería Robin —digo en tono burlón—.