Mis cartas de despedida.

19 - Última carta

Después de leer la carta que estaba dirigida hacia mí y tirarla a la basura, recordé que había una más que escribí el mismo día que la mía y la última de todas, ésa era la carta de una de las personas más importantes para mí, era para quien llegó a mi vida en el momento en el que más lo necesitaba, llegó para ayudarme a reconocer todo lo bueno que tenía y a aprender a vivir con lo malo, me escuchó en cada ocasión, incluso cuando quise alejarlo, me tuvo paciencia y me acompañó en el proceso de reencontrarme, de recuperar al menos un poco de lo que había perdido y que además, no tuvo que esforzarse demasiado para ayudarme.

La carta era para Hoseok, la escribí simplemente para poder agradecerle por todo lo que hizo por mí en mis momentos difíciles, además de que, de alguna forma, era mi manera de permitir una especie de despedida con él, es decir, no mi despedida, sino la de Mabel del pasado, ella también debía agradecer y despedirse del hombre que amaba, para darle paso a una Mabel emocional y mentalmente sana y con ganas de vivir.

Leer aquellas palabras me hizo llorar aún más que las que estaban dirigidas a mí, y es que le debía tanto a Hoseok que muchas veces no podía ser capaz de decírselo personalmente y utilicé esa carta como un medio desesperado para hacerlo, sin embargo, después de terminarla, fui consciente de que aunque no acostumbraba a decirle muchas de las cosas que pensaba o no le agradecía como me gustaría, me había dado la oportunidad de demostrarle todos mis pensamientos y sentimientos mediante mis acciones y principalmente, con el cambio que había tenido desde que lo conocí.

Para Hoseok

Es probable que este triste trozo de papel te vaya a romper el corazón y en verdad lo lamento demasiado, sé que no mereces algo como esto, pero es lo único que puedo ofrecerte en este instante, definitivamente sé que mereces algo mejor que esto, pero no sé si soy capaz de dártelo, es decir, quisiera tener el valor de hablar contigo frente a frente, de decirte adiós y contarte la verdad sobre lo que estoy sintiendo en este momento.

Quizá antes de destrozarte el alma debería decir muchas cosas bonitas y que son lo que realmente mereces, pero ¿por dónde comenzar si hay tantas cosas que debo decir?

Para empezar, muchas gracias, por haberte acercado a mí en aquella sala del cine en la que nos conocimos, de no ser por eso me habría perdido de la mejor experiencia de mi vida al conocer al hombre perfecto y sé que ahora deberás pensar en que no eres perfecto o algo parecido, pero para mí lo eres, tu personalidad tan brillante, alegre, amable, paciente y entre muchas cosas más, me hizo caer perdidamente enamorada de ti y eso sólo es porque eres perfecto.

Tenía demasiado tiempo impidiendo que otros se acercaran a mí y supieran sobre mis verdaderos sentimientos, y tú mejor que nadie sabes lo mucho que costaba que yo permitiera que alguien estuviera cerca o que me permitiera tener una conversación con algunas personas, sobre todo si eran demasiado cercanas a mí, no porque no los quisiera, sino porque no quería que vivieran mis procesos apoyándome, pero al mismo tiempo juzgándome.

Pero de pronto apareciste tú y sin darme opciones de nada, te metiste hasta lo más profundo de mi corazón, de mi mente y de mi vida entera, gracias a ti recordé lo que era sentirse feliz, tener un poco de paz y sobre todo, lo bien que se sentía hacer las cosas por impulso, saliendo de mi zona de confort y disfrutándolo, me enfrenté a tantas situaciones nuevas y también a revivir recuerdos, todo eso movió demasiadas cosas en mi interior y me cambió la vida de una forma radical, que ni yo misma logro entender.

Contigo hice tantas cosas por primera vez y me gustaría decir que tendremos oportunidad de vivir muchas más, pero justo en este momento mi futuro es tan incierto, no sé si en unos minutos mi vida terminará o si voy a poder seguir, si esto es una despedida o si sólo es un agradecimiento, no tengo idea de nada, porque estoy sufriendo a pesar de que estoy mejor que antes de conocerte.