"Diferentes" [Yizhan]

capitulo 26

Había una ligera lluvia cayendo del cielo, y una delgada línea de agua fue arrastrada por el viento en la ventana hasta crear una figura desconocida. El automóvil se detuvo frente a la puerta y se estacionó.

Xiao Zhan observaba atentamente el lugar por la ventana.

Con una expresión melancólica se colocó su abrigo, tomó el paraguas que estaba en el asiento delantero. Xiao Zhan no se movió para salir del auto, inclinó la cabeza y se cubrió levemente la cara con la mano.

Resoplo levemente.

Levantó la vista lentamente, sus ojos estaban débiles. Xiao Zhan tomó el valor para subirse el cierre, y bajar del automóvil. Se paró en la entrada principal del cementerio y miró las lápidas que se perdían en la vegetación espesa.

Xiao Zhan estaba buscando desesperadamente utilizando la ayuda de su memoria. Mirando con detenimiento el pasado que le causaba impotencia.

Atravesó algunas lápidas y se acercó lentamente a la que buscaba. Cuando estaba a dos pasos sintió como si hubiera sido golpeado por algo pesado. Golpeó el frío y húmedo piso de concreto, agachó la cabeza.

Xiao Zhan sintió que sus manos se volvían débiles, y dejó caer la sombrilla negra, dejando caer la lluvia silenciosa y helada sobre su cuerpo.

─Abuela Wang...

Colocó el paraguas por arriba y comenzó a quemar dos hojas de papel moneda para su ancestro. Aplastó cada papel amarillo en el fuego, y sus dedos temblaron incontrolablemente. Xiao Zhan parecía haber perdido seis años de vida en un instante.

El rostro de Xiao Zhan fue alumbrado por el fuego y comenzó a hablar en voz baja.

─Abuela te acuerdas de mí─Su voz se detuvo—Soy Xiao Zhan, nos conocimos en la casa de Yibo.

─Se que lo quieres ver, pero todavía
no─ Sus lágrimas cayeron.─no intentes ser como los demás...

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Xiao Zhan habría las manecillas de la habitación del hospital. Una anciana estaba recostada en la cama, con un tubo de respiración nasal.

─No pensé que me visitarias─La anciana le dió una sonrisa─Toma asiento.

Xiao Zhan le saludó con una reverencia.

─¿Se está sintiendo mejor estos días?—Se sentó.

─Estoy mejorando, el doctor me dijo que el virus me dejaría secuelas.

Xiao Zhan observaba las manos un tanto nerviosas de la anciana, quería tomarlas y tranquilizarla, decirle que todo iba a salir bien.

Pero ni él mismo sabía.

Xiao Zhan dió un suspiro pesado, debido al cubrebocas que poseía, por causa que los hospitales requerían a las personas entrasen a la sala de enfermos usando cubrebocas, ya que la normativa era realmente estricta en su país debido a este brote epidémico.

La anciana inmediatamente cambió de tema, con unos ojos brillando y una expresión dulce hablo:

─¿Sabes por qué no pensé que vendrías?

Xiao Zhan mantuvo toda su atención en ella para esperar una respuesta.

─Porque dejaste de tener vínculos con Yibo─la anciana ladeó un poco la cabeza─pensé que no querías saber ya nada de él, ni de su familia.

Habían pasado tres meses desde que dejó de tener lazos con Yibo, no supo nada más de él.

─¿Cómo lo supo?

La anciana sonrió acordándose de su nieto.

─Mnn, ese chico, lo conozco bien y sabía que estaba pasando por algo.

Xiao Zhan se puso de pie y se puso de cuclillas frente a la anciana.

─Abuela no me gusta incluir mis problemas en la de su familia, no tienen nada que ver, vine aquí para verla.

La anciana trató de alcanzar el cabello pelinegro de Xiao Zhan con sus manos, pero se detuvo en el aire, tenía que ser demasiado precavida, estaba con una enfermedad demasiado infecciosa, no quería causarle problemas a Xiao Zhan, así que inmediatamente la bajo.

─Eres el único, que ha venido a visitarme, ¿Sabes?─Los ojos de la anciana se fueron empañando.─Yibo hubiera venido, si no se hubiera ido a Qining.

Xiao Zhan estuvo atento y miró el rostro de la mujer que tenía una edad ya avanzada. Sus cabellos blancos y sus arrugas en los costados de sus ojos.

No tenía lazos de sangre con ella, pero cuando la vio por primera vez en la casa de Yibo, se sintió con confianza.

Recordó cuando el menor lo había invitado a su casa, y cuando llegaron se encontraron con la abuela paterna de Yibo. Desde el momento que la mujer los vió, sintió algo especial en ellos, Yibo comenzó llevarlo muy seguído a la casa y la anciana dudo por un momento si estos ya estaban comenzando a vivir juntos, y su nieto llevaba aquel joven para que conociera a su familia.

Aunque eran dos hombres.

No le importó, solo veía felicidad y cariño en esos jóvenes.

Nada diferente.

La mujer se acercó lentamente a Xiao Zhan y tomo su mano.

─Es más amable de lo que parece.

Xiao Zhan busco a Yibo con la mirada, que estaba sentado a su lado en el sofá de sala.

─¿Ya te acostumbraste a vivir con él?

Xiao Zhan nego con una sonrisa, aunque eso realmente lo tomó como sorpresa.

─Dicen que los que viven juntos cada vez se asemejan.

La mujer apretó la manos de Zhan y observó a Yibo dándole una brillante sonrisa al mayor.

─Este nieto mío cada vez se parece a tí─La anciana sonrió tiernamente a Xiao Zhan─Eres tan agradable.

Los ojos de Xiao Zhan recayeron en las manos de la mujer sin importarle el protocolo y las sontuvo con toda su calidez.

─Estoy aquí, si…─ Xiao Zhan agachó su cara ─Si Yibo no puede venir, yo lo haré.

Xiao Zhan se puso de pie, sin soltar sus manos de la anciana y comenzó a acomodar los cabellos blancos de la mujer mayor, simplemente ella cerró los ojos sintiendo la calidez de la mano de aquel jóven.

Si realmente no habría los ojos pensaría, que su nieto estaría peinado sus cabellos.

Son tan idénticos.

─Durante toda mi vida he aprendido esto: no podemos regresar al pasado, la vida no se puede reiniciar y por eso es mejor ser agradecidos con las personas que nos rodean. No cuidamos lo que amamos porque pensamos que no lo vamos a perder, y nos arrepentimos únicamente cuando comenzamos a extrañar.

La voz de la anciana era tan liviana

─Gracias Xiao Zhan por preocuparte por mí.

Xiao Zhan regresaba todo los dias después del trabajo, el joven le llegaba a acomodar los cabellos blancos de la mujer y ella no perdía la costumbre de imaginar a su nieto que acariciaba sus cabellos.

─Si, no abro los ojos pensaría que mi nieto lo estuviera haciéndolo─La anciana cerraba los ojos mientras una cálida mano se estrachaba en la cabeza de la mujer mayor.