"Diferentes" [Yizhan]

Capitulo 9 Recuerdos

Nota: esto es un flashback

Xiao Zhan había ido a conseguir los ingredientes para preparar el almuerzo, ya que su madre y su padre habían salido.

No logró percatarse que alguien lo estaba siguiendo hasta su casa.

Xiao Zhan estaba metiendo la llave a la puerta cuando de pronto, una persona demasiado conocida se acercó y se apoyó al lado de la puerta con los brazos cruzados.

Xiao Zhan lo miró.

Un joven que reflejaba juventud y la adultez  con unos veintiún años  le dió una sonrisa de lado y le preguntó.

—No te asustaste—río.

Xiao Zhan ya estaba abriendo la puerta y le respondió.

—¿Estás loco?—Suspiró—casi se me sale el alma.

Xiao Zhan era tan pasivo que guardaba la postura ante cualquier situación.

—Ya es hora del almuerzo deberías estar en tu casa comiendo.

Wang Yibo observó las bolsas que sostenía Xiao Zhan y que contenían algunos ingredientes de cocina.

—Me da curiosidad de verte cocinar.

—Tienes curiosidad por todo—Xiao Zhan abrió la puerta y dejó pasar a Wang Yibo.

Wang Yibo entró, no le importaba como se veía el hogar de Xiao Zhan, pero lo único que logró rescatar de esta era que, era linda y sencilla.

—Puedes mirar una película—Señaló el sofa y la televisión—cuando esté la comida te llamaré.

Xiao Zhan se dirigió a la cocina para preparar todo, mientras tanto Wang Yibo lo seguía silenciosamente. Comenzó a retirar los ingredientes para el almuerzo y comenzó a ordenarlos.

Wang Yibo se había apoyado en el marco de la puerta observando atentamente.

Xiao Zhan logró sentir a alguien en el marco de la persona, quien era demasiado audaz para no obedecerlo.

—No me escuchaste—Comenzaba a cortar trocitos de cebolla.

Wang Yibo se acercó y se apoyó en la mesa con su brazo derecho sosteniendo su mentón.

Observaba atentamente a Xiao Zhan.

—Solo quiero ver, no estoy haciendo nada malo.

Comenzaban a arder los ojos a Yibo y este comenzaba a refregarselo con su mano.

—Ya estás llorando—Xiao Zhan lo miró y soltó una risita.

Wang Yibo fue a abrir el fregadero para lavarse la cara.

—Te ves lindo—Susurro Xiao Zhan.

Pero con solo oírlo bajito, Yibo fue a reclamarle. Se apoyó a la mesa con una de sus manos demasiado llamativas y se acercó a Xiao Zhan.

—Si, piensas que soy lindo, necesito un beso para creerte.

Xiao Zhan dejó la cebolla a un lado y se concentró a mirar al joven.

Yibo estuvo a punto de poner una de sus manos en la cintura de Xiao Zhan para traerlo hacia él y besarlo, pero justo escucho a una señora gritar desde la puerta de su casa.

—Xiao Zhan, hijo ya llegamos.

Wang Yibo inmediatamente llevó su mano a su cuello, olvidándose de hacer lo que planeaba.

Una mujer ya un tanto mayor, realmente con unos rasgos de Xiao Zhan entró por la puerta de la cocina y seguido entró un hombre, demasiado aparecido a su hijo.