𝗣𝗢𝗩 𝗥𝗮𝘁𝗶𝗼
- Me desperté lenta y relajadamente, con una sensación de comodidad y relajación. Volteé para agarrar mi móvil y mirar la hora que era. El brillo repentino de la pantalla me molestó un poco, pero luego de unos momentos pude ver con claridad lo que ponía.
- Aparentemente eran las nueve y cuarto. Miré a Aventurine, quién se encontraba a mi lado, aún dormido. Sí ponía atención podía escuchar pequeños ronquidos procedentes de él.
- Hoy era Lunes, si fuera un día normal, estaría ya desde hace rato en el trabajo, y Aventurine igual. Pero era verano, y tanto yo como Aventurine habíamos cogido una semana de vacaciones para poder disfrutar juntos. Teníamos planeado ir a la playa y esas cosas.
- Fue todo idea de Aventurine, a mí me costó el aceptar tener que faltar a mi trabajo por una semana, cada año me dan la opción de tener una semana de vacaciones en verano pero nunca la terminaba aprovechando, prefería aprovechar mi trabajo y hacer lo que tuviese que hacer.
- Pero ahora estoy con Aventurine, y también tengo que pasar tiempo con él. Aunque me cueste admitirlo, me gusta mucho pasar rato con él, me siento bien a su lado. Así que por un lado no me molesta la idea de tener vacaciones, así puedo disfrutar tiempo con él.
- Pensé en despertar a Aventurine para desayunar, pero se veía tan cómodo y tierno dormido que preferí dejarlo así y no molestarlo. Además, oír sus ronquidos se me hacía muy gracioso.
- Me levanté de la cama y me fuí para la cocina. Sinceramente, no tenía mucha hambre, así que simplemente me hice un café. Pero sabiendo como es Aventurine, no querrá solo un café, así que preparé rápidamente un par de tostadas para él y las dejé en la mesa del comedor.
- Me senté en el sofá, me puse mis gafas y empecé a leer un libro, mientras poco a poco iba bebiendo sorbos de mi café.
𝗣𝗢𝗩 𝗔𝘃𝗲𝗻𝘁𝘂𝗿𝗶𝗻𝗲
- Me desperté debido a los rayos de sol que empezaron a entrar por los huecos de las persianas, abriendo lentamente los ojos intentando incorporarme, aún medio adormilado.
- Me gire hacia un lado y vi que Ratio no estaba, supuse que ya se habría despertado. Me pregunto qué hora es.
- Con algo de mala gana, me levanté de la cama. Se notaba que aún no estaba completamente despierto, por que al levantarme casi me caigo al suelo... Dios mío, ¿por qué siempre me pasa esto?
- Fuí al baño para lavarme la cara, espero que al menos eso me espabile un poco...
- Me lavé la cara y al terminar, fui al salón, en donde se encontraba Ratio, quién estaba leyéndose un libro (que raro, ¿no?) mientras tomaba de su taza de café.
A: Buenos días, doctor, ¿qué tal has dormido? - Dije mientras me acercaba y me sentaba al sofá.
R: Oh, ya has despertado. He dormido bien, aunque bueno, has estado roncando mucho. - Dijo mientras cerraba su libro y lo dejaba en la mesa.
A: ¿Qué dices? Yo no ronco, creo que te lo habras imaginado. Dije con una sonrisa.
R: Que va, roncas, y mucho. Deberías haberte escuchado, era muy gracioso. - Dijo mientras se reía levemente y volvía a beber de su café.
A: Lo que tu digas... Ya para de burlarte de mi, ¡se supone que eso lo hago yo! - Dije fingiendo estar enfadado.
R: Anda, calla y come, que te he preparado el desayuno. - Ratió miró a las tostadas que habían en frente de mi.
- Estaba tan adormilado aún que ni me había dado cuenta de las tostadas. Estoy fatal.
A: Ay, muchas gracias por haberme hecho el desayuno, amor, no hacia falta. - Sonreí dulcemente mientras tomaba de la taza de café que me había preparado Ratio.
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𝗔 𝗚𝗔𝗠𝗕𝗟𝗜𝗡𝗚 𝗣𝗥𝗢𝗕𝗟𝗘𝗠 - Aventio
RomanceVeritas Ratio se encuentra en la Sociedad del Conocimiento, en una especie de reunión, todo va normal, hasta que le llega un mensaje de Aventurine, al parecer necesita... ¿ayuda? ¿pero, con qué? ese mensaje cambió completamente sus vidas.