𝗣𝗢𝗩 𝗔𝘃𝗲𝗻𝘁𝘂𝗿𝗶𝗻𝗲
- La mañana siguiente, me desperté con la luz del sol filtrándose a través de las cortinas. Giré la cabeza y vi a Ratio todavía dormido a mi lado. Sonreí al verlo tan relajado, tan en paz. Se veía muy lindo así.
A: Buenos días, Doctor. - Susurré, acariciando suavemente su mejilla.
R: Buenos días, ludópata. - Respondió con una voz somnolienta, mientras se despertaba lentamente.
- Nos quedamos un rato en la cama, disfrutando de la calma de la mañana, antes de levantarnos y prepararnos para nuestra salida.
𝗣𝗢𝗩 𝗥𝗮𝘁𝗶𝗼
- Después de prepararnos salimos de la habitación y fuimos hacia la cocina para hacer el desayuno.
R: Bueno, voy a ir haciendo el desayuno. Espérate en el comedor, no tardaré mucho.
A: ¿No te puedo ayudar? - Me miró con una cara inocente y tierna a la que no podía decir que no.
R: Está bien, como quieras. Sólo no quemes la cocina, ¿va?
A: ¿Pero que dices, Doctor? Si tu sabes que yo cocino muy bien, me ofendes. - Se rió mientras se acercó a donde yo estaba.
R: Por si acaso, tu tienes mucho peligro. - Dije mirándolo con una sonrisa burlona.
A: ¿Quée? Mentira, si yo soy un angelito.
R: Ja, lo que tu digas, ludópata... Venga, vamos a hacer el desayuno, que luego tenemos que salir.
- Ambos estuvimos haciendo el desayuno, en un ambiente muy calmado y apacible. Aventurine a veces hacía de sus bromas y yo no podía evitar reír junto a él. No puedo negar que fue un momento muy agradable.
- Desayunamos juntos y luego salimos a la calle. Era un día soleado, perfecto para salir. Caminamos por las calles, riéndonos y conversando, disfrutando de la compañía del otro.
R: ¿Tienes una lista de lo que necesitas, o vas a ir improvisando? - Pregunté, aunque ya sabía bien la respuesta.
A: Pues, una mezcla de ambos. Ya sabes cómo soy. - Respondió Aventurine con una sonrisa traviesa.
- Llegamos a un centro comercial, el cuál estaba repleto de múltiples tiendas de todo tipo. Al entrar, Aventurine se volvió loco y se puso a correr de tienda en tienda.
A: *Chillido* ¡¡Ratio!! Mira esa tienda de allá, ¡vamos! - Agarró mi mano y se puso a correr hacia la tienda.
R: Aventurine, ve más despacio... - Dije algo molesto mientras Aventurine me arrastraba de acá para allá. Se le veía bastante emocionado, aunque bueno, me lo esperaba.
- Entramos en varias tiendas, buscando ropa, accesorios y otras cosas que Aventurine necesitaba. Mientras él se probaba diferentes atuendos, no pude evitar sentirme afortunado de tenerlo a mi lado.
A: Ratio, ¿tu no vas a comprarte nada para ti? - Preguntó algo curioso mientras elegía algunas prendas para luego probarse.
R: No, no lo creo. Estoy bien así. - Dije mientras admiraba a Aventurine, quién recorría toda la tienda.
A: Anda, ¡no seas tan aburrido! Mira este traje, te quedaría muy bien, ¿no crees?~ - Dijo mientras agarraba y me enseñaba un traje elegante azul marino, he de decir que era bastante bonito.
R: Hm, es bonito, pero ya tengo suficiente ropa en casa. Prefiero no gastar el dinero en cosas que no necesito. - Me crucé de hombros mientras sonreía levemente.
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𝗔 𝗚𝗔𝗠𝗕𝗟𝗜𝗡𝗚 𝗣𝗥𝗢𝗕𝗟𝗘𝗠 - Aventio
RomanceVeritas Ratio se encuentra en la Sociedad del Conocimiento, en una especie de reunión, todo va normal, hasta que le llega un mensaje de Aventurine, al parecer necesita... ¿ayuda? ¿pero, con qué? ese mensaje cambió completamente sus vidas.