Lemonade | Manuel Ugarte

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Intuición
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Emma y Manuel parecían una pareja normal a los ojos de todo el mundo. Ambos estaban juntos desde que eran chicos, ambos crecieron juntos ante los ojos externos lo cual provocó que cuando Manuel se fuera a Portugal fuera junto a la mano de ella.
Durante mucho tiempo ellos vivieron en su "burbuja", creían que su amor era de aquellos que muchos aclamaban que no existían más, eran puros, tanto Emma como Manuel no creían en esas cosas que muchos familiares y amigos les decían..
"Mira que el futbolista profesional siempre termina engañando" "ellos nunca se quedan con la del proceso" "les muestran un par de tetas y quedan como locos"

Ignorar esa realidad pareció funcionarles por mucho tiempo, pudieron disfrutar lo que muchos llaman "amor".

Para Emma no fue muy difícil notar el cambio en Manuel.. cuando tuvieron que irse de Portugal a Francia ambos todavía seguían viviendo en una relación meramente inocente, sabían que un gran cambio los esperaba. Las primeras semanas fueron mágicas, parecía que estaban viviendo un sueño que por mucho tiempo lo vieron lejano a su realidad, Manuel era querido por todos y Emma se conformaba con ver feliz a su novio.
Tanto como los partidos iban pasando también las juntadas con sus nuevos amigos, las cuales nunca molestaron a Emma ( incluso cuando ella no tenía a nadie más que en Francia y debía quedarse sola por muchos días ). Manuel empezaba a llegar cada vez más tarde y no actuaba de la misma manera que antes.

—Hola gorda.

Manuel la saludo con un beso, el cual ella estaba segura que podía sentir la deshonestidad en el.

—Hola—ella dijo empezando a jugar con un anillo de su dedo— Manu no es por joderte pero estuve toda la noche angustiada sin saber dónde estabas y vos te apareces a las tres de la mañana como si nada.

Manuel se llevó las manos a su cabeza fingiendo sorpresa.

—Amor.. te juro que ni cuenta me di que tenía el celular sin carga, ahora lo voy a enchufar —expresó él—te prometo que para la próxima me quedo más al tanto del celu, perdóname gorda.

Él se acercó para abrazarla y con un poco de inseguridad, ella lo abrazó. Manuel siempre actuaba como caballero, no era un hombre que no admitiera sus errores, decidió creerle.

—Me voy a bañar porque ando con la misma ropa que ayer, me voy a poner lindo para vos—dijo el chico con una sonrisa dándole un beso en los labios a su novia antes de dirigirse a el baño.

Emma notó al instante como él dejó su celular arriba de su cama compartida. Con una mano temblorosa tocó la pantalla dos veces rezando para que esta no prendiera pero eso no ocurrió. La pantalla se prendió y ella pudo notar como el fondo que habitualmente tenía Manuel no estaba, una foto de un paisaje se encontraba en vez de la foto que se habían tomado en la torre eiffel.
Cuando escuchó que la puerta del baño se abría, rápidamente apagó el celular de él y tomó su celular en manos actuando desinteresada, manuel agarró su celular y se lo llevó para el baño.

Emma escuchó como se prendía la ducha y también como Manuel parecía estar hablando con alguien. Acercó su oído a la puerta e intentó escuchar pero sus intentos fueron en vano. El sonido de la ducha amortiguaba la voz de él, la cual parecía estar murmurando.

¿ Qué estaba escondiendo ?

Por un momento Emma no pudo evitar ver su reflejo comparado con el de su madre, la cual estaba todo el tiempo paranoica debido a los engaños de su padre. El oído en la puerta la llevó a recordar muchos momentos en los cuales su madre lloraba intentando entender que estaba haciendo mal y ver a Manuel actuar de manera sospechosa le recordaba a su padre, el cual parecía un mago, era capaz de poder estar en dos lugares al mismo tiempo.

Emma no podía recordar cuando genuinamente Manuel sonrío al lado de ella.. ¿ eso debía ser motivo de preocupación ? ¿ Debía ignorar que su amado actuará cada vez de manera más sospechosa ?

Una gran parte de ella quería dejarlo atrás, no darle mucha bola y poder continuar con su vida pero su cabeza le negaba estas opciones, tampoco tenía a nadie más para hablar de su dolor ya que no tenía amigas en Francia y sus amistades de Uruguay estaban estudiando, preocupados por problemas reales y no cosas de una imaginación creativa. Tal vez eso era, tanto tiempo sola le empezaba a pasar factura y su mente empezaba a buscar cosas donde no las había.

Pero ella estaba muy segura, Manuel estaba escondiendo algo.