¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Dos semanas después Emma quería convencerse a sí misma de que Manuel no la estaba engañando, que todo era una historia que ella misma creó para evitar el estrés que le había causado la soledad en esos meses. Durante un tiempo dejó de investigar los pasos de su pareja o perseguirse por donde estaba él, ella creía profundamente que eso lograría acabaría con su intuición.
Parecía que en ese tiempo que ella le dio un fin a sus sospechas intentó cambiar. Empezó a callarse y dejar de preguntarle a Manuel en donde estaba, trató de ser una persona más "tranquila", empezó a ser una muñeca que solo se encargaba de ser linda..Una persona menos atenta a las jugadas de su amado.
Empezó a cambiar su vestimenta que generalmente dominaba por colores oscuros, el blanco se notaba más en su vestidor. Intentó no mirarse fijamente en el espejo por mucho tiempo, sabia que hacer eso solo lograría que se comparara con Becky. Tampoco se quejó cuando Manuel poco a poco dejó de tener una vida íntima con ella, no mencionó ni una palabra. Durante todo ese tiempo Emma notó que hasta dejó crecer su pelo más de lo habitual, empezó a ir a clases de yoga intentando despejar su mente . Habían días en los cuales solo se sentaba en el sillón sola y tomaba una copa de vino mientras intentaba encontrar razones para justificar todo lo que sucedía, en ocasiones hasta le rogaba a el universo que le mandara señales.
Tenía constantes baños en la bañera por horas donde solo se dedicaba a mirar un punto fijo de la habitación perdida en sus pensamientos. Leyó muchos libros de "terapia matrimonial" intentando entender que pensaba él Pero parecía que nada podría callar la pregunta que atormentaba su cabeza desde hace meses..
¿ Manuel me está engañando ?
___________________
Emma intentaba comprender a Manuel pero parecía que él buscaba que ella cruzara el límite, aprovechó que ella dejara de hacerle planteos para seguir con sus secretos y escapadas con aquella mujer que le sacaba el sueño. Muchas veces la uruguaya se quedaba viendo a la puerta a altas horas de la madrugada esperando que Manuel se dignara a aparecer pero este nunca lo hacía y cuando llegaba tampoco se preocupaba por darle explicaciones a su novia. El cumpleaños de Emma se acercaba y era la primera vez en tanto tiempo que ella se sentía tan vacía como para festejarlo. No tenía a su familia, ni a sus amigas y parecía que tampoco a su novio.
—¿ Qué queres hacer por tu cumple ?—preguntó el uruguayo.
La tensión que había en el ambiente se podía cortar hasta con un cuchillo, ambos sentados cara a cara en la mesa del comedor.
—No quiero hacer nada—dijo ella metiéndose un pedazo de carne a la boca —capaz que podemos ir a comer algo nosostros dos solos.
