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Emma y Manuel se encontraban acostados en el sillón mirando Sex and the city mientras él acariciaba el cuero cabelludo de ella.
—No me banco a la Carrie esa.
Soltó de la nada el chico haciéndola reír.
— Nadie se la banca si te soy cien por ciento honesta—le respondió ella mirándole.
— Es que no entiendo cómo puede ser tan boluda— decía exasperado mordiéndose el labio en señal de frustración— ¿Cómo va a volver con el otra vez después de todo lo que hizo?
Emma no podía evitar reírse, la situación de Carrie le resultaba un tanto familiar.
—Yo que sé— dijo ella riéndose— mira que un hombre convincente puede hacer que le perdones todo.
Manuel la miró fijamente al escuchar sus palabras. Él sabía que desde el momento en el cual habían intimado ellos estaban como antes de todos sus problemas pero escucharla decir la palabra perdón le resonaba en la cabeza ¿Ella lo había perdonado?
Sabía que de una manera u otra iban a tener que conversar sobre el estado de ellos pero él no quería romper la burbuja en la que estaban, donde parecía que aquel engaño nunca había ocurrido.
—Si, no se— le contestó acercándola más a él— es importante perdonar aveces...
El ambiente inevitablemente se puso un poco tenso y Manuel quería golpearse a sí mismo ¿Porqué tendía a arruinar las cosas buenas? Parecía que ninguno iba a hablar, Emma solo fingía miraba a la televisión aunque en realidad su atención estaba en otra cosa. Ella todavía no tenía una decisión respecto a su relación solo se quería dejar llevar por el momento pero al mismo tiempo no quería jugar con los sentimientos de él ni mucho menos darle falsas esperanzas sobre una reconciliación la cual todavía no estaba asegurada.
—Si, aveces...
Fue lo único que salió de sus labios. A Manuel lo mataba pensar que ella no estaba segura de él todavía.
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Las familias de los dos estaban en aquella casa comiendo un asado, las bromas y anécdotas mutuas parecían no acabarse.
—La sucia esta me tiraba piedras cuando pasaba en bici pero cuando pasaba con el Manu se hacía la linda.
Recordó herni generando la risa de todos mientras que Emma se mordía el labio en señal de cansancio.
