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Emma se encontraba sentada frente a su padre dándole sorbos al mate intentando generar tiempo antes de abrir su corazón. Andrés solo la miraba con una mano en su mentón indicando su cansancio con la espera.
—Emma no tengo todo el día..
La chica solo dejó el mate en la mesa y miró a su alrededor.
—¿porqué engañaste a mamá?
Preguntó sin rodeos.
Andrés se ahogó con su saliva al escuchar la pregunta de su hija.
—No es por atacarte ni nada, solo quiero respuestas.
Su padre estaba en shock. Hace muchos años no se tocaba el tema de sus amoríos con diversas mujeres, no entendía de dónde había salido la necesidad de preguntarle eso.
—¿A qué viene todo esto Emma?
La chica era lo suficientemente inteligente para saber que él estaba intentando desviar la pregunta, siempre hacía lo mismo. Cada vez que debía afrontar sus errores Andrés intentaba hacer un juego de inversa, empezaba a cambiar el tema o intentaba hacerle preguntas a la otra persona para desviar la atención. Esta vez ese truco no iba a funcionar.
—Papá, mi relación con Manuel podría arreglarse si me podrías explicar eso—dijo con la voz entrecortada.
—¿Qué pasó con Manuel?—preguntó confundido Andrés.
Emma solo soltó un suspiro y pasó sus manos por su cara en señal de frustración.
—Me engañó cuando estábamos en Francia—dijo cabizbaja, le costaba mantener el contacto visual en la conversación.
Ambos se quedaron en silencio, la incomodidad de Emma y el asombro de su padre era palpable en la habitación. Las ganas de restregarle que tenía razón con respecto a Manuel eran grandes pero al verla lagrimear parecía imposible siquiera tratar de hacerlo.
—Estuvo unos meses con una británica, por eso me vine a Uruguay— continuó hablando con lágrimas en sus ojos- Así que papá, necesito saber porque engañaste a mamá. Haceme entenderlo así puedo perdonarlo y seguir con nuestras vidas.
El tono de voz suplicante de Emma revolvió algo en su estómago, verla tan desesperada parecía matarlo. A pesar de todos sus errores y ausencias, él amaba a su hija. Andrés se mantuvo en silencio intentando pensar en que responder ya que la situación era muy complicada. Le gustaría tener una respuesta en concreto pero no existía, él solo había tomado por sentado el amor de sus madre pensando que ella iba a estar siempre ahí sin importar que hiciera y cuando se dio cuenta que la iba a perder intentó solucionarlo. El hombre mayor no podría evitar culparse por primera vez al notar que sus acciones cargaron un peso en el accionar de su hija, Emma estaba repitiendo la misma historia.
