s e i s.

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[josh]

Desperté con una migraña insoportable, la cabeza me iba a explotar en cualquier momento.

Rápidamente me di una ducha rápida y me alisté para ir al colegio, por fin era viernes, así que no me preocupé tanto por llegar temprano.

- Buenos días, dulzura. - me saludó mi madre con un plato con waffles en tus manos. - ¿Vas a desayunar aquí o en el colegio?

- En el colegio, ya voy demasiado retrasado. - admití después de ver mi reloj.

Tomé mi dinero, mis llaves y me despedí de mi madre con un beso en la mejilla.

Parecía ser un día nublado, el pavimento estaba mojado y las calles vacías como siempre. Tomé una bocanada de aire y apresure el paso. Odiaba la soledad, era una tortura.

Después de un rato de camino, había llegado al colegio. Alumnos seguían en el pasillo, así que me apresuré a tomar mis cosas. Tomé mi mochila y cerré mi casillero.

Caminé a lo largo de los corredores y entré a mi aula correspondiente. Matemáticas.

Tomé asiento y miré a mi alrededor. La clase aun no comenzaba y todos tenían cara de pocos amigos. ¡Hoy es viernes!

¿Por qué nadie tiene ganas de estar vivo?

Tyler llegó a mi cabeza. Todo este día me recordaba a el, la gente, el clima, todo.

Era un chico realmente extraño, pero algo de el me llamaba la atención. De algo estaba mas que seguro, el necesitaba ayuda.

Basta Josh, eso es ridículo, ¿Cómo podrías ayudar a ese chico?

[...]

[tyler]

Desde que había encontrado el significado de Josh en internet, no podía dejar de pensar en el. Había algo de el que me hacia querer conocerlo a fondo, conocer sus secretos.

Quizá era su cabello o la profundidad de su voz lo que me hacia querer estar con el todo el día. Lamentablemente, solo compartíamos dos clases en la jornada escolar y una de ellas era Literatura.

Quizás por eso se había convertido en mi clase favorita.

¿Cómo podría saber que Josh era una persona confiable? Apenas habíamos cruzado un par de frases antes de hoy. Habíamos hablado un par de veces por teléfono y uno que otro consejo que me había dado.

Estar enamorado definitivamente no era una opción. Ser gay... Mucho menos.

Seria una decepción mas para mi familia. Ya es suficiente con tener que lidiar con un hijo esquizofrénico, y además, ¿gay?

Sería demasiado para mi familia, no quiero ser una carga más.

[...]

El almuerzo llegó. Todos los chicos del colegio se dirigieron a la cafetería para poder platicar y comer sin ser interrumpidos.

Tyler salió del salón y se dirigió a su casillero para sacar su medicamento. El doctor le había dicho que había progresado gradualmente en las últimas dos semanas; sin embargo, aún tenía que medicarse para controlar su problema.

Al llegar, sacó el pequeño frasco de cristal y lo guardó en el bolsillo de su sudadera, después, siguió su camino por los largos pasillos del colegio para llegar a la cafetería.

- ¡Tyler! - escuchó en una de las mesas al final de la cafetería. Josh le hablaba desde ahí. - ¡Ven aquí, amigo!

Tyler caminó volteando a todos lados. Las manos le sudaban y tenía la garganta reseca. Josh lo ponía de esa manera, nervioso.

Esquizofrenia. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora