o n c e.

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El espesor de la noche cubría la habitación. Tyler se encontraba solo en su habitación, como era de costumbre. Escribiendo y desahogando su alma mediante la poesía.

Now the night is coming to an end,
The sun will rise and we will try again.

Stay alive, stay alive for me.
You will die, but now your life is free,
Take pride in what is sure to die.

I will fear the night again,
I hope I'm not my only friend.

Stay alive, stay alive for me.
You will die, but now your life is free,
Take pride in what is sure to die.

Nuevamente, se había inspirado en Josh. Esa pequeña frase que Josh le había dicho en el baño del colegio, lo había dejado más que inquieto. Comenzaba a confiar en Josh más de la cuenta... Y temía equivocarse.

El tono de su celular vibro, el nombre "Joshua Dun" se visualizaba en la pantalla.

- ¿Joshua? - contestó con una voz delicada.

- Santo cielo, Tyler, ¿Estás bien? - pudo notar que se encontraba agitado. Su profunda voz lo inquietaba.

- Eso creo - revisó la hora. 4:00 a.m. - Joshua, no es por ser grosero pero son las 4 de la mañana y es la primera vez que he podido dormir bien en meses, ¿Podríamos hablar después?

Tyler pudo escuchar una pequeña y tierna risa por parte de Josh.

- Claro amigo, buenas noches.

El tono de llamada terminada retumbaba en la cabeza de Tyler. Le había mentido a Joshua con tanta facilidad que el mismo no se lograba reconocer. Mentir, era algo cotidiano en la vida de Tyler. Mentía a cada momento de su vida, cada que podía.

Cada mañana, mentía sobre estar bien con sonrisas falsas. Después de todo, sonreír, no significa estar bien.

[...]

El clima había cambiado radicalmente en la ciudad. De días lluviosos y agradables pasaron a ser días calurosos, vivir el infierno en carne propia.

Desde que su padre había llegado hacia un par de días, Tyler se sentía más ignorado que de costumbre. Zack seguía molesto con Tyler por haber arruinado su "oportunidad" con Jessica. Como si en realidad lo hubiera hecho a propósito.

- Zack... - Tyler tartamudeó. - ¿Puedes jugar Mario Kart conmigo? - preguntó mientras jugaba con las mangas de su abrigo.

Zack alzó la mirada, observando a su hermano con disgusto. Traía puesta una sudadera realmente calurosa.

- No - respondió y devolvió la mirada hacia su teléfono. - Y hazme un favor, quítate esa cosa, me provocas calor.

Tyler tragó saliva de forma ruidosa. Bajó la mirada hacia sus muñecas, si su padre lograba ver las marcas que tenía en ellas, estaba más que seguro que lo mandaría a ese hospital psiquiátrico del que tanto hablaba.

Decidió subir a su cuarto, encerrarse en el y volver a su triste realidad. Estaba en shock, no podía creer que su hermano - su único apoyo - de un momento a otro lo trate como la peor persona del mundo, y pensar que hacia un par de semanas, hubiera querido que Zack fuera su padre.

Tomó asiento en una de las esquinas de su oscura habitación. La mirada perdida en el suelo, en completo silencio.

Tyler, Tyler, Tyler...

El chico podía oír su nombre retumbar en las paredes de su habitación. Distintas voces se diferenciaban.

Cubrió sus oídos con fuerza, sentía que sus ojos se saldrían de sus órbitas si seguía escuchándolas.

Esquizofrenia. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora