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— Papi, tus sacos de colores no me gustan... - murmuró Nico, tomando una cajita de jugo de manzana. — Hasta ahorita el único que me gusta es el azul... Y no me termina de convencer.

Tyler volteo a ver a su pequeño niño y movió su cabeza negando.

— Nah-ah, se llama moda, no lo juzgues.

Alex volteo a ver a Nico y ambos soltaron una carcajada. Tyler solía sentirse "ofendido" cada que cuestionaban su forma de vestir.

— Ty... - hablo Josh, haciendo que todos voltearan a verlo. — ¿No crees que usar un saco rojo en una boda es algo agresivo?

Tyler negó, mientras se acercaba a Josh y alisaba los hombros del traje.

— Te ves perfecto, Joshie.

El tintado sonrío, achinando sus ojos. Tomó a Tyler por las mejillas y junto sus labios en un beso lento.

Alex y Nico soltaban quejidos de asco, mientras que Tyler y Josh reían sabiendo su culpabilidad.

— Así quiero que digan cuando les guste alguien, sobre todo tu, Alex. - interrumpió Tyler, haciendo que las mejillas de Alex se colorearan de rojo.

— Vamos Pá, te dije que Mel es solo una amiga...

— Pero Troye  no. - interrumpió el pequeño Nico, mientras seguía con su jugo.

Alex volteo a ver a su pequeño hermano, con cierta molestia en su rostro, tratando de disimular las mejillas ya coloradas del chico.

Tyler y Josh se miraron entre sí y sonrieron. Tomaron a su hijo y lo estrujaron entre ambos.

— Alex, ¿eso es cierto? - preguntó Josh, con una voz suave y baja. El chico asintió, claramente apenado.

— Creo que me gusta... - tartamudeo. — Nos besamos en una fiesta, pero obviamente no gusta de mi.

Tyler tomó a su hijo por ambos hombros y lo sacudió mientras exclamaba múltiples palabras sobre qué "nadie puede resistirse a un Joseph y mucho menos a un Dun".

— ¡Tengo una idea! - exclamó el tintado. — ¡Invítalo a la ceremonia!

Alex casi se desmaya al oír aquello. Tyler asintió, diciendo que lo agregaría a la lista. Nico... Bueno, él tomaba su juguito.

— Pero - tartamudeo. — ¡No somos nada!, invitarlo a la boda de mis padres es como pedirle que se case conmigo, es una locura total.

— ¡Boda doble! - exclamó Josh, avergonzando aún más al chico.

— ¡Papá Josh! - exclamó Alex. — Creo que ya es suficiente con que vayan a casarse con un traje rojo, sus tatuajes, tu cabello tintado y múltiples piercings... Oh, y que papá Ty sea papá Ty.

Por suerte, Tyler no había escuchado lo último, debido a que estaba hablando con el pequeño Nico. La sonrisa del tintado se desvaneció por completo, frunciendo el ceño.

— ¿Qué hay de malo con que Tyler sea así? - murmuró, tratando de que Tyler no se percatara. — ¿Cuál es tu puto problema con el?

Alex abrió los ojos como platos, poniéndose pálido. El tintado se veía bastante molesto, y el hecho de que usara groserías con sus hijos cuando normalmente nunca lo hacía, lo hacía más notorio.

— Alex, - hablo el tintado al notar el silencio del chico. — te amo con todo mi ser, pero Tyler es el amor de mi vida y es tu padre también, merece respeto, ¿no lo crees? - el chico bajó la mirada y asintió. — Se que por su enfermedad debes creer que esta loco, pero mierda, no vuelvas a hablar de él como si fuera un bicho raro, ¿Me oyes?

El peli negro asintió, bajando la mirada y apretando sus labios. Siempre había pensado que Tyler era demasiado raro, seguía sin entender cómo era que lo habían dejado adoptar a un par de niños; sin embargo, siempre se quedaba callado.

— ¡Joshua! - exclamó Tyler. — Decide amor, el rojo, el azul, el amarillo... ¿O el negro?

[...]

— Esto es una mierda, es muy tradicional. - murmuró Tyler haciendo puchero al verse en el espejo con aquel traje negro. El tintando lo había escogido y ambos pequeños estaban más que de acuerdo con la elección.

— Vamos, Ty - murmuró Josh, atando la corbata. — La primera vez fue negro también, ¿no recuerdas?

Tyler siguió con su puchero y negó repetidas veces, obviamente, fingiendo no recordar.

El tintado río ante aquel berrinche, estrujando al castaño por detrás y dejando un beso en el cuello del contrario.

— No puedo esperar a tener nuestra segunda luna de miel. - murmuró el tintado, el castaño tan solo se estremeció y respondió con un "joshua", como especie de regaño al tintado.

— Oh, vamos - exclamó Alex, tapando sus ojos y fingiendo asco. — No hagan eso, hay niños presentes.

Tyler y Josh soltaron pequeñas risas de complicidad, mientras que unían sus labios en otro beso.

[...]

— Muy bien, Alex - murmuró Josh, a través del pequeño radio que tenía. — Justo como lo planeamos, buena suerte, cariño.

Alex asintió mientras que lanzaba una seña de aprobación hacia el auto de Josh, en donde se encontraban Tyler, Josh y Nico, escondidos, a una distancia "discreta".

El chico tomó una bocanada de aire y con las manos temblorosas, toco el timbre del hogar del chico que le gustaba.

Una alegre señora abrió la puerta, ofreciendo una sonrisa a cálida a Alex.

— Hola, ¿En qué puedo ayudarte?

— Oh, uhm - carraspeo. — ¿Se encuentra Troye?

La señora asintió, llamando a su hijo para ir a la puerta, para después sonreír de nuevo al chico.

Tyler no podía dejar de hablar y poner aún más nervioso a Alex, quien respiró fuerte cerca del micrófono a propósito para molestar a los chicos en cuestión.

Un chico de ojos de color y unos labios carnosos y rosados se asomó a la puerta, dejando ver una gran sonrisa al ver de quién se trataba.

— ¡Alex! - saludo. — ¿Qué haces aquí?

— Yo, uhm - el chico tartamudeaba sin parar y sus mejillas estaban más coloradas que nunca. — Verás, yo...

La puerta del automóvil se abrió, dejando escapar al pequeño Nico, corriendo hacia donde se encontraban ambos chicos. Alex lo observo confundido al igual que Troye, mientras que Tyler y Josh trataban de alcanzarlo por detrás.

— ¡Mi hermano quiere que seas su cita en la boda de mis padres! - exclamó el pequeño rubio. — ¡Di que sí, porfiiiii!

Troye sonrió, mientras que Alex atrapaba a su pequeño hermano y lo llevaba con sus padres.

— Me encantaría. - murmuró el chico de ojos de color, haciendo que las mejillas de Alex se tornaran más coloradas de lo que ya estaban, con los ojos abiertos como platos.

Alex se perdió en los ojos de aquel chico, como si el tiempo no pasara, ignorando el exagerado festejo por parte de sus padres y de su pequeño hermano justo atrás de él, mientras que una sonrisa inconsciente comenzaba a formarse en sus labios.

n/a alex + troye en multimedia, viva tronnor.

Esquizofrenia. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora