Capitulo 2.

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Esperé con los días una venganza de Rhaenyra, una que no llego, tal y como había dicho Aemond.

"Nada pasaría"

La guerra por el trono aún estaba en todo su esplendor, Sir Criston conquistaba todo a su pasó para bajar el apoyo a mi hermana, yo no podia hacer nada por el pueblo que mi padre tanto amo.

Sunfire estaba junto a mi en las cuevas, me había acostado junto a mi dragón en el suelo, estaba allí en silencio, en un silencio mucho maas cómodo del que debía mantener en mi corté.

- Y si damos un paseó.- Me levanté y puse mi mano sobre su lomo antes de montar y salir a las nubes, gritar, rabiar y maldecir fueron mis momentos favoritos de surcar las nubes en ese momento.

Cómo desearía vivir mi vida sobre mi dragón y perderme lejos del reinó, con aquel viento fuerte soplando y los rayos del sol chocando contra las nubes.

Mientras volvamos no me di cuenta cuan lejos me fui hasta que a algunos metros por debajo de mi se encontraba otro dragón sobrevolando el cielo.

-Bajemos un poco Sunfire.- Acaricié y obedeció, cuando pude ver bien al dragón me gane una mirada de odio con determinación por parte de su jinete, era Jacaerys, no planeaba verlo ni estar cerca de el.

Me coloqué a su extremo manteniendo mi distancia y termine por volver a tierra al mismo tiempo que Jacaerys en el claro de un bosque,que reconocía como el medio entre King's Landing y Dragón Stone.

Jacaerys desenvaino su espada tan pronto y se bajo de Vermax  y me apuntó.- VETE DE AQUÍ.- Me grito.

Seguí su ejemplo y saqué mi espada, no tardamos Mucho en empezar una pelea entré las armas y algunos empujones y puños, me recordó a cuando eramos jóvenes y Sir Harwin defendió a sus hijos, mientras Criston lo provocaba haciendo que los atacaremos.

Días después murió su padre, jamás me puse a pensar en lo doloroso que debió ser que perdieran a su padre de una forma tan horrible y nisiquiera pudieron ir a su ceremonia.

Pronto tuve la espada contra mi pecho y me caí al suelo.- Ha sido una gran pelea.- Susurré, mi corazón me bombeaba agitado, Jacaerys tenía que presionar un poco la espada y matarme pero me miraba fijamente.

-¿Qué haces aquí?.- Presiono un poco aquella espada contra mi pecho.

- No buscaba pelea, Jacaerys.-Levante las manos.- De hecho me harías un favor si me matas.

Jacaerys quitó la espada de mi pecho, aún así me quedé en el suelo, no me levanté de allí, ví la copa de los árboles, tan verdes como solo se puede conseguir en verano, los rayos de sol ingresaban por los espacios sin hojas verdes provocando una iluminación casi divina.-Ya levántate.- Hablo molesto Jacaerys.

-Por qué no solo guardas silencio y te sientas.- Señalé juntó a mi - Un poco de tregua a esta guerra y a tu mirada juzgadora me vendría bien.

El se sentó, era mi oportunidad para preguntarle por Luke.- ¿Cómo está tú hermano?

-¿Tengo cuatro, cuál de ellos?.-Me reí un poco.

- Lucerys, cómo está él.

-No lo se, se qué no murió y qué por razones que no comprendo tú hermano no lo mató y Luke nos envió una carta, Pero no he sabido más de el .- Era casi lo mismo que yo sabía por la boca de Aemond, y eso era que el no estaba muerto pero no me interesaba donde estaba.

No hablamos más, nos mantuvimos callados.

Cuando me levanté dispuesto a irme, me di la vuelta.- Un gusto verte Jacaerys.

- No puedo decir lo mismo.- Se subió a su dragón.- A la próxima te mataré.- Me amenazo.

-Lo estaré esperando....

Del Odio Al Amor Y Del Amor Al Odio- JacegonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora