Conmigo.

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-Aegon.-Nombre cuando lo ví entrar con mi madre.

-Jace, hola.- Me sonrió.

- Hijo mío qué te paso.- Mi madre vivo a verme el cuello.

Pov... Aegon.

-Nada mamá.- Intente sonreír.- Estaba con Cregan y creo que me he pasado un poquito en la cama con el.- Tenía la huella de una mano en su cuello, yo sabía diferenciar una agresión a una huella de sexo.

-¿No ha pasado nada más?.- Rhaenyra debía insistir.

- No madre, no te preocupes, Aegond podemos hablar.- Yo asentí y lo seguí hasta mi habitación.

Cerré al entrar tras el y sentí el golpe de algo.- Auch.-Me quejé al darme la vuelta y ver la copa que había impactado en mi espalda en el suelo.-¿Qué te pasá?.

-Que mierda le dijiste a Cregan, Aegon.

-Que dejara de hacerte daño, por lo que veo no sirvió, puedes golpearme a mi y no te defiendes de el.- Sujete su brazo, viendo sus ojos.

El se atrevía a golpearme o a agredirme por qué yo jamás lo había golpeado de tal forma, hubo una sola vez en dónde ambos perdimos los estribos y nos herimos un poco, Pero yo jamás me atrevería a golpearlo tanto, ni hacer que me temiera.

-Me lastimas.- Vio mi mano, nisiquiera lo estaba sosteniendo duro.

Lo solté por qué supuse que los golpes en su cuello no eran los únicos.- Perdón.- Susurré.

- Deja de meterte Aegon.- Lloró un poco.- Por favor.

Lo abracé.- Amor mío quieres hacer algo por mi.- Susurré.

-¿Qué?.-Se quejó.

-Quiero que te quites la ropa.- El me miró y negó.

-No.

- Mira Jacaerys.- Susurré.- Quítate la ropa o la voy a romper yo mismo y no quiero ocupar la fuerza ahora.

Cerré las cortinas y lo miré por la luz que entraba atravesadolas.

Jacaerys se quito la camisa, se desató los zapatos y se quitó el pantalón dejándome ver varios morados en su cuerpo, tenía moradas las muñecas, el cuello, el pecho y habían unos cuantos morados con forma de manos entre sus piernas.- Deja de mirarme.- Suspiro.

- Quítate la ropa interior.- El negó.

- Jacaerys.- La bajo lentamente dejándome ver un morado en su ingle y otro entre los muslos.-Tumbate en la cama.- Señalé .

El camino y se sentó antes de acostarse.-¿Para qué hago esto?.

- No tenías esos morados ayer.- Caminé con una bolsa de pócimas que ocupaba para Noah cuando se caía.

-Mi pelea con Cregan fue hoy.- Me senté a su lado y verti en su abdomen el aceite de la pomada para el dolor.

- Te duele.- Dije al frotar sus muñecas.

- Si.- Cerro los ojos dejando caer varias lágrimas de sus ojos.

Frote en silencio el aceite para el dolor y abrí un poco sus piernas para frotar entre sus muslos, Jacaerys tenía sus ojos cerrados así que pude ver bien el morado y como se volvía rojo hacia su entrada, mi dedo tenía del aceite así que lo frote ahí.- Aegond que haces.- Susurró abriendo los ojos.

- Fue muy agresivo.- Jacaerys se puso rojo.

- No te importa.- Susurró.

Cuando dijo eso metí mi dedo en su entrada haciendo que pegará un grito de dolor, no era un toque que causará dolor normalmente, al retirar mi dedo este tenía sangre al rededor, tome más aceite y volví a meter mi dedo.- Quieto.- Lloro Jace.-Si fue muy agresivo ahora déjame.-No quitaba mi dedo y Jace tampoco podía hacer que me quitará.

Del Odio Al Amor Y Del Amor Al Odio- JacegonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora