Cuando te fuiste.

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- Jace.- Quise sujetar su mano y el se alejo.

-Ya lo deje atrás, me duele, era mi hijo.- Suspiré.- Pero no te guardo ningún rencor, ni a ti, ni a nadie.- Susurró.

- Yo fui el culpable.- El negó lentamente.

-No, Pero  si buscar  un culpable te hace sentir mejor, fue mi esposo quien me empujó.-Suspiro.- No la he pasado tan bien en mi matrimonio.- Se carcajeo.-Como pudiste ver ayer, Cregan tiende a ser muy grosero conmigo cuando está molesto.

-Le voy a cortar entero por ello.- Me levanté enojado, estaba harto de todo esto.

-Aegon.- Se levantó y sujeto mi brazo.- No necesito que me defiendas, amor.- Susurró.- Yo puedo lidiar solo con mi marido.

- Íbamos a tener un hijo y el lo mató.- Empecé a llorar lentamente.

-Aegon.- El me susurró.- No llores.- Se quejo.- No lo hagas.

- El lo mató.

- Aegon.- Se quejó.- No hagas ésto, no llores.

Lo miré e intenté retener mis lágrimas, Jacaerys tenía una huella de mordida en su labio, unos dientes evidentemente marcados.- Jace, ¿Cregan te hizo eso?.

-No importa.- Susurró lamiendo su labio.- No te preocupes.- Susurró.

-¿Por qué carajo lo justificas?.- Tome su cara con mis manos.- Serás Rey, por qué lo dejas golpearte y maltratarte.

- Aegon, quiero que repares tu barco y te vayas.- Hizo que lo soltará.

-¿Qué?.- Empecé a caminar tras él.

-Quiero que te vayas, que tomes tu barco y te vayas.- Levantó la voz entre lágrimas .-No puedo con esto, no puedo.

- Jace.- Me quise acercar y el negó.

-Vete, no te quedes, solo vete.- Susurró entre lágrimas.

- Tú no quieres que me vaya.- Nos habíamos adentrado entre los árboles y ahora estábamos cubiertos por las copas grandes del bosque así que aproveche que nadie nos veía y lo sujete pegandolo a mi cuerpo.

-Vete.- Susurró.

-No.- Contesté abrazándolo.-No me voy a ir, ya no más.

Bese sus labios y pase mi lengua suavemente sobre aquella mordida en su labio inferior.- Aegon.-Se quejó un poco ante el dolor de eso.

Lo bese de nuevo hasta qué terminamos sin ropa entre el césped y la tierra,  estuvimos juntos y luego lo abracé contra mi cuerpo.-Te amo.- Susurré.

-Yo también, Aegon no te sientas mal por el bebé.-Susurro y asentí - Eso no t hace menos el amor de mi vida, ni menos merecedor de mi cariño.

-Deja a Cregan amor.

- No puedo, cargo con la corona en mis hombros y no la puedo cargar sin alguien como Cregan a mi lado, por su ejército.

- Y a cambio de eso recibes humillaciones y golpes.- Acaricié su cabello.-Y no harás nada.

- Tu tienes tú honor y yo el mío.- Susurró separándose de mi.

-¿Honor?.-Me quejé.- ¿Qué clase de honor Jacaerys?.

El no me respondió, se vistió y me miró.- Te veo para desayunar.

Del Odio Al Amor Y Del Amor Al Odio- JacegonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora