Veinticuatro de diciembre. 8.36pm.
Paredes blancas, de nuevo.
Pero esta vez, no es por ti.Es por mí
pero
más por ti.Me consumes, Karoline.
Me han hecho pruebas, análisis, me han llevado a tres psicólogos y ninguno sabe qué me pasa.
"¿Puede el color, convertirse en sentimiento? ¿En dolor?" pregunto, una y otra vez.
Porque siento,
siento negro
en
lo más
profundo
de mi ser.
ESTÁS LEYENDO
Cartas a Karoline
RomanceTan fría que quemaba. Tan rota, que cortaba. Sí, Karol, hablo de ti.