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Me siento algo inútil. Algo que ya no vale. Como si fuera algo que se ha roto, o simplemente algo con lo que se han cansado de jugar. Yo también me he cansado. Me he cansado de ser yo, de tener que seguir adelante cuando todo el mundo se ha ido. Y sólo queda una. una persona que te apoya. Puede que dos.

Te despiertas, y no ves motivos para sonreír. Ves mil motivos para llorar. Yo lo que quiero, es tener un objetivo, ser alguien. No algo. Y no quiero que me digan que no estoy sólo, porque es la una de la madrugada, estoy sólo en mi habitación, sumido en esta

profunda,

eterna

e interminable depresión,

y no veo que nadie se moleste ni en preguntar por un mensaje que tal estoy. Que tal me va la vida.

Aunque sin ti, cómo me va a ir.

A veces me pregunto si realmente la gente se pregunta esas cosas. O lo hacen por compasión. Tal vez cuando alguien te dice un te quiero lo hace por compasión simplemente porque te ve sufrir y no quiere que te sientas sólo. Pero hasta la persona con mas personas a su al rededor se siente sóla.

Aunque, nunca estas sólo.

La soledad no te abandona. De un libro aprendí que la depresión es un efecto colateral de estar muriéndose. Aunque estar escribiendo este tipo de cosas también puede que lo sea. Al final, todos somos un efecto colateral. estar vivo no significa vivir, al igual que sonreír no significa que alguien sea felíz.

Cartas a KarolineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora