Recordemos.
Recordemos el aire,
helado, efímero,
de invierno.
Que cortaba tus mejillas,
rosadas,
por mi pequeña proposición.
“Karoline, has recompuesto este desgarrado y vacío corazón.
Ámame.
Ámame tanto como amo yo,
tu forma de suspirar,
de reír cuando tropiezo,
de sonreír entre lágrimas.
Ámame, Karoline.”
“Ya lo hago, James, ya lo hago.”
Besa mis labios otra vez,
con tus besos color azul,
por favor, Karol,
por favor.
ESTÁS LEYENDO
Cartas a Karoline
RomanceTan fría que quemaba. Tan rota, que cortaba. Sí, Karol, hablo de ti.