8.

90 12 0
                                    

Hoy es una de esas noches vacías, en las que lu único que me llena es la soledad.

Que irónico.

La soledad que en su día me hacia sentir vacío.

Días después de aquello, pensé en que tal vez podría buscarte, hablarte. Ayudarte.

"¡Oh, si consiguiera ayudarte!" pensé. (No saliste de mi cabeza ni un sólo minuto.)

Recuerdo que salí a la calle tan esperanzado y con una sonrisa tan grande que me ocupaba media cara.

Pero claro, ¿a dónde voy? (Menuda manera de cortar el rollo de héroe.)

Llamé a David, pero él no me respondía al teléfono. No sabía que más hacer así que me rendí.

Y me di media vuelta, cual idiota.

Y también, esa gran sonrisa y ese gran entusiasmo fue directo a la basura.

Cartas a KarolineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora