Un buen amigo mío me dijo una vez, que a muchos escritores o simplmente adolescentes con ganas de mostrar el mundo tal y como es mediante la escritura, les suele pasar una cosa;
Cuando mejor están, menos gusta, cuanto más sangran, más gusta.
Y quien soy yo para negarlo, no soy un escritor, aunque tampoco un adolescente rebelde.
Soy un chico incapaz de mostrar mis sentimientos si no es con bolígrafo y papel.
Tú eras más cuchilla y piel.
De sangre y cicatrices. Aunque si las cicatrices de mi piel os asustan,
no os recomiendo ver las de mi corazón.
Ojalá con aguja e hilo pudiera coser cada trozo descosido.
O simplemente sacarlo de ahí. Cada trozo. Cada cicatriz.
O el corazón entero.
Aprendí de tu libro favorito, que sin el dolor ¿como conoceríamos el placer?
Yo no hago más que vivir con este dolor y esta agonía, no veo que llegue el placer.
Tal vez el placer fuiste tú, y el dolor se retrasó un poco.
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Cartas a Karoline
RomanceTan fría que quemaba. Tan rota, que cortaba. Sí, Karol, hablo de ti.