12.

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Hoy me he enfadado con mamá.

Dice que no debo escribirte estas cartas, si nunca nadie las va a leer.

Que es una perdida de tiempo, y que debería olvidar el que ya no estás.

Desde que no estás mi madre no hace más que perseguirme,

y decirme una y otra vez que me estoy quedando atascado, que mi vida sigue,

y una y otra vez me recuerda que no vas a volver.

A lo que yo le he respondido;

"¡No puedo olvidar a la persona que me hacia olvidar! Tampoco puedes decir que nunca volverá. Ya que estoy seguro de que algún día, tarde o temprano iré con ella, ella me está esperando y si tú no te atreves a reconocer que estas perdiendo a tu hijo, con tus absurdos y poco esperanzadores consejos que hacen que me hunda cada día un poco más, no tienes por que hacerlo. La que se está quedando atrapada eres tú, mamá. ¡Déjame vivir la vida como yo quiero, no como debo!"

Mi padre ha gritado que le pida perdón, y yo, no lo he hecho.

Me he subido a mi habitación, y mi madre no ha vuelto a decirme nada.

No me siento mal, y por frío que parezca, no voy a disculparme.

¿Por qué disculparme por decir las cosas como son?

Son ellos quienes no aceptan el tener un hijo sumido en la depresión.

Cartas a KarolineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora