El día de ir al cine llegaba, pero tus mensajes no.
Estaba nervioso, lo admito.
Estaba enamorado, lo admito.
7.32pm. (De nuevo.)
Entré a la biblioteca, nervioso. Y te ví en la mesa de siempre.
Con tu libro favorito.
El libro de siempre.
Me acerqué, y me senté en la misma mesa. Esta vez, elegí algo que me gustaba. Abrí el libro, y me quedé observandote. Eras tan preciosa, que ni en cientos de años me cansaría de mirarte.
Dejaste el libro a un lado, y te acercaste.
-¿Qué lees?-eras curiosa, y muy observadora. Eso me gustaba mucho de ti.
-Hola, James, me alegro de verte, ¿vamos al cine? Ah, Ciudades de papel.-dije con sarcasmo.
-¿Te gusta John Green?-asentí sonriendo.
Te saqué una sonrisa, pero no era una sonrisa sincera. Era más bien una mueca, como cuando intentas sonreír pero no puedes.
-¿Estás bien?-pregunté. Me miraste. Con tus enormes ojos azules. Tus ojos mar. No pude evitar soltar un suspiro.
-Tú... Quieres jugar conmigo. ¿No es así?-fruncí el ceño levemente.
-No. Yo... No.-logré decir. Tus labios dibujaron una preciosa sonrisa, sin mostrar tus dientes.
-¿Debería creerlo?
-Deberías. ¿Vamos al cine?-cerraste los ojos unos segundos.
-Vale.
Conseguido.
ESTÁS LEYENDO
Cartas a Karoline
RomanceTan fría que quemaba. Tan rota, que cortaba. Sí, Karol, hablo de ti.