"No te pido que sonrías, pero no te derrumbes."
Y las veces que te habré repetido eso.
Finalmente, decidí marcar tu número de teléfono y llamarte.
Recuerdo a conversación como si acabáramos de hablar ahora mismo.
-... ¿Hola?-al escuchar tu frágil voz a través del teléfono se me puso la piel de gallina.
-Hola, soy James. El chico del otro día.-logre articular.
-...
-¿Karoline?
-...¿Eh? Sí, perdón. Hola James.-me encanta como dices mi nombre.
-...-No encontraba las palabras que decirte en ese momento, sólo lograba tartamudear.
Escuché tu sonrisa al otro lado dee la línea.
-Bueno... Eh, sí... ¿Para que me llamas?
-¿Te apetece ir al cine?-recuerdo tu
risita al otro lado del teléfono.
Me volvía loco.
Seguimos hablando, y cada minuto, cada segundo, lo disfrutaba más que el anterior.
Era tan genial el poder hablar contigo.
El escuchar tu vocecita de niña, al otro lado del teléfono.
-Hasta mañana, Karoline.
-Sólo Karol.-sonreí.
-Hasta mañana SóloKarol.
Recuerdo el silencio tras decir aquello.
Unos segundos.
Dos minutos.
Sonreí.
Y la línea se cortó.
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Cartas a Karoline
RomanceTan fría que quemaba. Tan rota, que cortaba. Sí, Karol, hablo de ti.