La historia de mi vida. #PGP2024

Capítulo 27

Saber esto me tenía al borde de la locura pero, así como fui capaz de meterme en la vida de una mujer inocente, la mejor del mundo, así mismo debía tener las pelotas suficientes para hacer lo correcto y buscar al amor de mi vida, quien tristemente se merecía algo mejor que yo, y lo sabía muy bien...

—Martín, sabes perfectamente que acabas de cavar tu tumba, así que lo mejor es que nos vayas diciendo que hicieron con mi niña, porque tristemente de esta no te salvas.

Tenía un maldito nudo alrededor de mi garganta, mi pecho ardía, pero tenía que hacer lo que tenía que hacer. —Lo entiendo perfectamente, y no sabe cuánto me arrepiento de haber empezado esto, pero hay una sola cosa que es cierta en esta porquería, yo amo a su hija y estoy dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias para salvarla, porque yo estaba retrasando esto lo máximo que pudiera y el maldito de Tomás se adelantó. Su plan siempre fue llegar a usted a través de Lorena, nunca me contó realmente cual era el plan final, solo sabía que debía estar con ella, enamorarla, hacerla confiar en mí y luego llevarla a él. —Decir todo eso me sabia tan amargo, pero no podía hacer nada más, era su vida la que estaba en peligro, la mía ya no importaba, pero igual debía hacer algo más antes de proceder en cualquier cosa.

—Maldito desgraciado, tu eres peor que Tomás, jugaste con el corazón de mi niña, es algo que espero que ella nunca te perdone y espero que TU nunca te lo perdones.

—No se preocupe que así será, jamás lo olvidaré y jamás me perdonaré haber sido el causante del daño de mi bonita, la mujer de mi vida, pero antes de poder hacer algo más, necesito que por favor me ayuden a salvar a mi familia, Tomás me ha estado presionando con ellos y si se entera que les estoy ayudando lo mas seguro es que intente hacerles daño y es lo que menos quiero que pase, sé que no estoy en condiciones de exigir nada, pero les suplico que eso sea lo único, que mi familia esté a salvo, no importa si yo debo ir a prisión después, realmente no importa.

El otro hombre, que estaba en la casa, dio un paso al frente y con voz de mando me dijo: —Considéralo hecho muchacho, pero no olvides cual es tu deber aquí. Soy el general Hernández de la Policía Nacional, actualmente estoy desempeñando un cargo ejecutivo en la unidad de víctimas de secuestros y estoy a cargo del programa de protección para testigos, Ibarra ha sido uno de los mas escurridizos y pretendemos darle caza y si tú, su peón nos sirves para ello, podemos proteger a tu familia.

—Se lo agradezco. Por ahora podemos empezar por algunos lugares en los que sé que pueden estar, pero no podemos actuar uno por uno, porque sería extremadamente riesgoso que se dé cuenta que estoy ayudando. Lo más seguro es que ya la hayan llevado a alguna de las casas seguras que tenia o a alguna de las bodegas, sé perfectamente que estoy cavando mi tumba, pero voy a necesitar mapas, ayuda buscando ciertas direcciones y mucha paciencia, son muchos lugares por ver, muchos por descartar y estoy seguro que si actuamos en el equivocado, puede ser el mayor error de mi vida y Lorena puede sufrir las consecuencias. Tengo un par de contactos en la organización que seguro me van a ayudar, pero debemos movernos ya, no conozco el plan final y tampoco quiero esperar a verlo.

Mi vida se estaba volviendo una pesadilla, pero por lo menos mi familia estaría bien, aunque no pudiera afirmar lo mismo de mi Lorena.

Después de algunas llamadas, tenía un panorama más claro sobre el posible lugar donde tendrían a mi bonita, y poco a poco, le explique a los agentes sobre las posibles ubicaciones, ya que no podría asegurar nada, debíamos actuar simultáneamente, tratando de dar en el blanco y con el menor índice de error posible.

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Despertar se sintió como una maratón, me dolía la cabeza impresionantemente y me sentía completamente desubicada, tanto que aún no entendía dónde estaba, y cómo había llegado a ese lugar. Tenía frio, dolor en todo el cuerpo y no podía ver casi nada, aunque si podía escuchar todos los ruidos del exterior, claro indicador de que no era de noche, pero me sentía muy perdida, no le hallaba razón a nada.

—¡Pero si la princesa de papá ya despertó! Mira tú, qué bonita eres Lorenita. No había planeado que conocieras al tío Tomás tan rápido, pero bueno, la vida nos da oportunidades que no podemos desaprovechar.

—Creo que me confunde, no lo conozco y no entiendo que hago aquí, déjeme ir por favor, seguramente tienen a la chica equivocada.

—No amor, eres la correcta, tu papito Manuel debe estar un poquito preocupado, pero relájate, primero vamos a charlar tu y yo, de pronto te enseño como trabajo y luego vamos a llamar a papá para decirle que estás bien. Claro, si es que lo contactamos, porque no me han dado informes de si está vivo o no, después del accidente que misteriosamente sufrieron.

Sentí las náuseas inmediatamente, acompañadas de un dolor punzante en la parte baja de mi abdomen, pero nunca le iba a dar la satisfacción al maldito que me tenía aquí de saber qué tanto me afectaban sus palabras.

—¡Mentira! Mis papás están bien, ellos están bien, este es solo el truco barato para que me asuste.

—¡Vaya, vaya! La nena nos salió inteligente, felicitaciones amor no eres solo una cara bonita. Ahora entiendo por qué Mateo, estaba tan enamorado que no pudo hacer bien del todo su trabajo.

No entendía de qué estaba hablando, era algo que no comprendía y mucho menos conocía a un tal Mateo, la única persona que conocía era Martín mi novio, pero confiaba en él y sabía que no era capaz de hacerme daño, esto que tenemos es real y fuerte.

—¡Uy! Amor creo que no sabes toda la historia, pero dame un momento, te traigo algo para que comas y mientras lo haces, vas a escuchar un cuento muy bello, que relata la historia de cómo dos amigos, se volvieron enemigos y de cómo dos jóvenes de tu edad se enamoran, aunque él no es tan santo y ella siempre es la víctima. Pero relájate, primero vamos a tener una comida amena antes de empezar mi historia.

Un escalofrío recorrió el cuerpo sin saber por qué y nuevamente ese dolor se hizo presente, mucho más fuerte, tanto que me hizo sudar frio y preguntarme que carajos estaba mal con mi cuerpo.

Estuve lo que calculo fueron 30 minutos sola, en silencio, sin ninguna pista de lo que estuviera sucediendo. Hasta que la maldita puerta fue abierta y apareció nuevamente el tal Tomás.

—Bueno cielo, necesito que comas porque no quiero que papi piense que no cuidamos bien a su bebé.

—No gracias, no tengo hambre. Sabrá Dios si esa comida no está envenenada.

—Amor, ¿por qué la desconfianza? No te quiero matar, al menos no todavía, ese final quiero reservarlo para cuando papi esté aquí, así podrá sufrir más. —El escalofrío me recorrió una vez más, pero aun así, seguí firme en mi decisión de no comer.

—No lo haré, no confió en alguien que trató de matarnos con mi familia, no confió en usted.

—Bueno, te lo pierdes, igual lo voy a dejar aquí, cerca de ti, probablemente vas a comer en algún momento. Y para que veas que no te quiero muerta todavía, voy a contarte la historia más romántica del mundo, una que jamás olvidarás.