Capitulo 3

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—Disculpe yo pago lo de la señorita —dijo ese hombre al barman, intenté decirle que no era necesario, pero me regaló una mirada y una sonrisa que me dejaron muda.

—Gracias —sonreí y me dispuse a regresar a la mesa donde Cata me esperaba, pero no me iba a ir tan rápido, ese hombre agarró mi brazo y me detuvo.

—¿Por qué el afán? Me gustaría que charláramos un poco —dijo con una sonrisa.

—¡Oh! que bien.

Con una sonrisa demasiado grande para mi gusto se disponía a decirme algo, pero en un intento de valentía le volví a decir: —Pero sabes mejor podrías buscar a alguien más que si deseé charlar contigo, lo siento, pero me esperan en mi mesa —tan pronto dije eso, su sonrisa se esfumó y se quedó mirándome fijamente.

—Bonita, a mí no me dicen que no.

—Pues lo siento, bonito, pero algo me dice que hace justo cinco segundos lo dije —con una sonrisa giré en dirección a la mesa que compartíamos con Cata, y caminé en su dirección sin voltear a ver al sexy desconocido.

—Lore, Jess llamo, que viene en una hora, porque esta con el novio —dijo con los ojos en dirección al hombre con el que estaba hablando. —Dime, quién era ese chico, muy guapo, por cierto.

—Pues ese mi querida, es quien acaba de pagar por nuestras bebidas.

Con una sonrisa seductora, alzo la copa en dirección al hombre, haciéndole una señal de agradecimiento, que por su puesto él no demoro en responder.

—Podrías dejar de comértelo con la mirada.

—No Lore, no soy yo la persona que se come a la otra con la mirada, te dije que ese vestido era perfecto —con una sonrisa levanto la copa en mi dirección y ambas dijimos al tiempo —¡Salud!

—Por nosotras.

—Por nuestra amistad y nuestros proyectos.

Así estuvimos bastante rato, intentando hablar, bailando y disfrutando de la noche, hasta que llego un WhatsApp de Jessie al grupo por el que solíamos hablar.

Jess: Señoritas, ya llegué estoy aquí afuera ¿pueden venir por mí por fi?

Yo: Dame 5 que ya bajo.

Cata: Lorena quiere salir a tomar aire, ella va por ti.

Jess: No te demores que me congelo y no quiero subir sola.

Yo: ¡Gallina! Ya voy bajando.

Cata: Aquí hay buen calor humano, no te preocuparás por el frio 😉.

Yo: ¡Jesús! Calma, deja a tu mente calenturienta afuera del chat.

Jess: Jajajaja.

Rápidamente me levanté y fui hacia el ascensor, suerte que eran pocos los tragos que había tomado o sino ni llegaba con Jess.

Iba un poco distraída, cuando sentí una mano agarrando mi brazo otra vez, cuando volteé a ver, era ese chico, el de la barra, por el que me había quedado como tonta.

—Bonita, ¿ya te vas?

—¡De nuevo con eso! Búscate otra que te siga el jueguecito, tengo un poquito de afán. —Me quede mirándolo y le señalé mi brazo en espera de que me soltara.

—No me olvido tan fácil de lo que me propongo. —Se quedó mirándome fijamente y me soltó el brazo.

—Lo siento, no te hagas ilusiones Bonito, me esperan abajo. —Lo miré con una sonrisa pícara de esas que tanto había ensayado con Cata antes de salir de la casa y me despabilé al momento que sentí mi celular vibrando en el bolsito que llevaba.

La historia de mi vida. #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora