Capítulo 13

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¡Jesús! Todo indicaba que me había tomado hasta el agua de los floreros, no quería ni moverme y mucho menos abrir los ojos, pero necesitaba ir al baño y luego buscar en alguna de las mesitas o cajones las pastillas para el dolor de cabeza o mejor, una buena bebida que me matara el guayabo. Cuando me moví un poco y estiré un brazo para alcanzar mi teléfono de la mesita de noche, mi sorpresa y malestar fueron en aumento ¿Dónde estaba? No recordaba como llegue o con quien, pero lo cierto era que tenía que esfumarme de ahí.

Luego de debatirme un rato, me levanté con mucho sigilo, no quería que la chica se despertara y me pidiera explicaciones, eso era todo lo que había sido, un revolcón de que, por cierto, no recordaba nada. Como pude recogí mi ropa y salí de la habitación, afuera me vestí bien y así mismo salí, era lo mejor.

Estaba caminando, cuando recordé que tenía que responderle a Lorena, era hora de que Mateo volviera al trabajo y resucitara a Martín, aunque sospechaba que alguien iba a estar muy enojada.

Yo: Hola preciosa, mi bonita lamento mucho lo de tu accidente, perdóname, pero antes no pude responder, por favor, dime que sucedió y porque estas en el hospital.

Envié el mensaje y estuve esperando más de quince minutos a ver si Lorena respondía, lo cual me hacía sospechar que estuviese enojada. No podía hacer nada, pero necesitaba hablar con ella, no podía perder el terreno ganado, era justo que aparte de hacerle daño me llevara una buena recompensa, y que Dios me salvara porque esa niña iba a ser mía y de nadie más, solo mía.

Después de casi media hora sin respuesta, aun sabiendo que lo había leído, decidí volver a intentar, pero esta vez con una llamada mágica, donde debía intentar que me perdonara y de paso que me permitiera ir a verla.

—Martin.

—Hola mi bonita, ¿Cómo te sientes?

—¿Tu qué crees?

—Noto cierta hostilidad de tu parte. Dime, ¿de verdad estás enojada?

—No, normal, estoy bien no te preocupes.

—Preciosa no me hagas esto, lo siento de verdad.

—No, no, tu no tienes porque darme explicaciones. Tu y yo apenas si somos conocidos.

—No, bonita, no digas eso, de verdad perdóname.

—Martin, tengo que colgar, estoy cansada, apenas me estoy alistando para irme a la casa, hablamos luego.

Con eso me dejo hablando solo, no lo puedo creer que por idiota este desperdiciando una de las mejores oportunidades, tengo que hacer algo para ella, así tenga que dejarme ver ante sus papás, la tengo más cerca que nunca y que ni crea que la voy a dejar tan fácil.

Estaba ideando un plan, tenia que ser infalible, tenía que dejarla en shock, ahora esto iba en serio, se lo debo a mi familia, ya no puedo seguir vacilando, no si quiero que ellos estén bien.

**************

Creía que estaba enojado, pero era el colmo, yo no había hecho nada y ya había intentado hablar con él, era un idiota si creía que le iba a rogar más, estuve casi hasta media noche esperando alguna respuesta, intente enviar otro mensaje, pero llegué a sentirme cohibida, no pude hacerlo.

Hoy era el día de mi salida, era lo más justo, lo necesitaba, estaba un poco cansada de esta cama y los medicamentos ya me los habían suspendido, nótese que odiaba los hospitales, así que solo faltaba esperar a que viniera el médico. Por lo mismo, decidí pasar por el baño, quería ducharme y arreglarme para cuando pudiera salir.

La historia de mi vida. #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora