Hoy era un día nuevo, un día diferente, no iba a dejar que nada me lo empañara, anoche había bailado y sacado toda esa energía acumulada, así que me levanté, me bañé y bajé a desayunar, hoy estaba sola, mis padres no estaban por ningún lado y solo había visto un mensaje que decía que podía preparar mi desayuno y salir para la universidad.
Me terminé de alistar y como siempre las benditas llaves se me estaban escondiendo, porque no aparecían por ningún lado, al menos no estaban en los lugares de siempre; seguí buscando un rato más, hasta que desistí de esa búsqueda implacable. No quería demorarme más, por lo que pedí un Uber y salí disparada para la universidad, hoy no era día de llegar tarde, tenía clase de Hacienda pública y aunque el docente no era tan malo, si era de los negreros que iban poniendo puntos negativos a diestra y siniestra para controlar según él, la asistencia y la participación.
Estuve muy concentrada en clase, no era por nada, pero amaba el derecho y aunque todavía no sabía por qué rama inclinarme, estaba segura de que esto era lo mío, entendía mucho y participaba en las mismas proporciones, pero tenía mis momentos en que me estresaba más de lo esperado, justo así era mi relación amor/odio con la carrera.
Luego de estar ahí, salí a buscar almuerzo, hoy tenía un trabajo que hacer e iba a pasar un buen tiempo en la biblioteca, fui a uno de los restaurantes que gracias al cielo teníamos en la universidad y comí algo rico, no era tan exigente. Hoy almorcé sola, necesitaba mi espacio a pesar que mis compañeros estaban por ahí y me ofrecieron compañía, quería pensar, analizar, quería respirar y estar tranquila, llevaba mucho tiempo evadiendo las llamadas y mensajes de Martin, sabía que era algo tonto, pero esa sensación de incomodidad no me quería abandonar, esas malditas palabras me estaban atormentando y era como si la vida me estuviera dejando pistas de algo que tenía que entender, pero aún no sabía qué era.
Por eso, me demoré una eternidad en la biblioteca, era difícil concentrarse con algo en la cabeza, pero de igual manera lo intenté y el resultado no fue tan malo, aunque todavía tenía que volver a leer todo para estar segura de su coherencia.
Salí sobre las cinco de la tarde de la universidad, con el tiempo justo para llegar a clase de baile y como no tenía mi carro, tuve la firme intención de irme en Sitp, era un buen sistema incluso si la parada más cercana a la academia estaba a 10 minutos de ella, llámame exagerada. No alcancé ni a cruzar el semáforo, cuando un carro bastante familiar para a mi lado y con todo el estilo del mundo, el conductor se bajó con una sonrisa de comercial y me ofreció llevarme.
—¡Hola mi bonita!
—Hola Martín —no pude evitar que se me plantara una sonrisa de boba en la cara y amigos, así como así, se me olvidó la sensación de angustia, los malos pensamientos y le abrí paso al sentimiento de satisfacción y alegría después de verlo.
—¿Te llevo mi amor?
—Está bien, tenemos mucho de qué hablar.
—Wow, eso suena serio, súbete.
Solté la carcajada y me subí, ese carro me gustaba, tenía todavía ese olor a nuevo y estaba tan bien cuidado, que nadie creería que Martín pudiera ser desordenado.
—Amor, no voy a casa, tengo clase, me llevas por favor a la academia.
—Claro bonita, ¿puedo entrar a ver?
—Creo que sí, tenemos que preguntarle a Clari, ella sabe si Aleksandra permite acompañantes en los grupos mayores.
—Bueno amor, pero antes déjame saludarte como te mereces. —Me acercó a él y me dio un beso delicioso, de esos que sabía que me prendían, que me hacían sentir como una adolescente hormonal.
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La historia de mi vida. #PGP2024
RomanceLa vida de Lorena cambiará para siempre. El amor, el odio y la venganza serán los platos principales. Prepárate para vivir una aventura que te dejará con la boca abierta. Los invito a leer mi historia, espero les guste. Queda totalmente prohibida l...