Capítulo 28

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—Esto empieza así: Yo trabajé con un hombre llamado Manuel Ramírez en mi juventud, fuimos muy amigos, nos contábamos casi todo, al fin y al cabo, ambos salimos del pueblo directo a buscar un mejor futuro juntos. Pero como todo, no siempre salen las cosas bien, mi amigo, si es que le puedo decir así, vio en las fuerzas militares una vida, un futuro, donde al menos la pensión y otros beneficios estuvieron cubiertos y yo, un hombre joven e inexperto, decidí seguirlo y luchar juntos por una vida buena.

Lorena la vida no es fácil y menos en esa época, así que mientras estábamos juntos recibiendo entrenamiento y comiendo mierda en el monte, descubrí que esa vida no era para mí, yo no quería hacer esto más tiempo, la miseria de sueldo que nos ganábamos no compensaba lo mucho que nos jodiamos, yo no era tan conformista, pero tu papito si, y para él esa vida estaba bien.

Decidí salirme de todo eso y dedicarme a algo un poco más lucrativo, no valía la pena malgastar mi vida en algo que no me iba a rentar lo suficiente como para lo que quería hacer, en el proceso conocí a un personaje que me ayudó a construir poco a poco mi imagen, un personaje que me enseñó que la vida no tenia que ser tan difícil. Aprendí del negocio y fíjate, amor, aquí estás, pero no quisiera matarte por que realmente no tienes la culpa de esto, tu adorado papito, se interpuso en mi camino, mató a mi gran mentor y bueno, aunque le agradezco que me ayudara a llegar a ser el líder de la organización, al final tenia mejores ideas sobre como manejar los caminos de la droga, las chicas y Manuel solo me abrió el camino.

Pero ese no es el punto, tu papá se llevó algo muy importante para mí, recuerdas ese operativo en el que incautaron unos cargamentos de droga muy importantes y que abatieron unos cuantos personajes, pues amorcito, te cuento que uno de esos "bandidos" era mi hijo, el único que tenía, por ende, aunque no es tu culpa es lo que debo cobrar, tu papito no merece tener una preciosa hija, cuando el mío está bajo tierra. ¡No funciona así!

—¡Es injusto que me use a mí! —No pude contenerme y grité sacando toda la frustración. —Yo no tengo la culpa, ni siquiera mi padre, el no estaba allá cuando eso pasó.

—Claro que sí tiene todo que ver, tu papá estaba al mando cuando todo pasó, es su responsabilidad.

—Esto parece mas que usted busca un culpable y no somos nosotros. Usted lo involucró en este mundo de porquería, usted es quien lo mató, no mi papá. —Nada absolutamente nada, me preparó para el golpe que recibí, ese hombre Tomás era un monstruo.

—Eso te enseñará niña tonta, veo que eres igualita a tu papá, impertinente y entrometida.

Ya iba llegando a la puerta cuando, regresó me tomó de la cara y me hizo mirarlo —Ah, por cierto muñeca, solo te conté la primera parte de la historia, me faltó todavía la parte de la que eres protagonista junto a tu Romeo, qué digo Romeo, tu Mateo, mi mejor tirador, mi mejor hombre, hasta que se enamoró de ti.

Fue un alivio que saliera de esa horrible habitación, todavía me sentía confundida, un poco desorientada y entender esa estúpida historia no era fácil en este momento, aparte me dolía horriblemente la cabeza y el estómago, pero no quería comer por miedo a que me hiciera daño.

Solo esperaba que mi papá o alguien me pudiera sacar de aquí, realmente no creía poder aguantar mucho más.

******

El general, Manuel y yo estábamos en la sala de la casa, esperando las instrucciones finales para poder ir al rescate de mi Lorena, era de por si una situación estresante y ver que esos dos querían matarme justificadamente, era peor.

—Manuel, ya estamos listos, tenemos todos los hombres preparados para llegar a tu hija, tenemos que ser muy precavidos, por que no tenemos certeza del lugar donde está ella, tenemos que tomar esto con calma, por que en el momento en que entremos a cualquiera de los edificios, la información se regará como pólvora y si tu hija no está en ninguno, lamento decirte que la perderemos.

—Lo sé, lo sé, no sabes cuanto estoy odiando esta situación y las malditas decisiones que me trajeron aquí. Mi niña no tiene la culpa de nada, ese Tomás es una fichita de lo peor y ¿sabes qué es lo más difícil? Tener que aceptar que ese hombre fue mi más grande amigo.

—Manuel, es increíble pero las personas en las que mas confiamos a veces pueden ser las que más fácil nos pueden herir, precisamente por que conocen cada punto débil.

—Mi niña es el mío y ese hombre sabe cómo vengarse.

Escuchar eso, era lo más horrible del mundo y sabía que estábamos en riesgo, que mi bonita estaba en peligro, pero no podía hacer nada más, era una culpa que me llevaría o a la cárcel o a la tumba y por mi bien tendría que ser tan certero como pudiera, por que en este punto un error mío, sería fatal.

En algún punto recordé a uno de los muchachos más jóvenes, uno al que le ayudé a sobrevivir cuando estaba en una crisis por las mismas malditas drogas que comercializaba Tomás, ese muchacho debería ser mi salvación y por eso me arriesgué a llamarlo.

—Hola Juan, por favor no me menciones, ¡estoy en un lio enorme y necesito que me devuelvas el favor!

Manuel me miraba con toda la sorpresa e intriga del mundo, aunque sin bajarle al nivel de rencor.

—Por supuesto hermanito, cuéntame cómo te ayudo.

—¿Dónde tienen a esa chica?

—Tu encargo ¿verdad hermanito? Espera, tengo que revisar en el teléfono, para confirmar si ya llegó a la casa de mamá.

—Gracias, en serio. —Escuchar eso me daba algo de paz ya que, al menos podría significar que encontraría información.

—Hermano, mamá ya tiene el paquete, menos mal llegó rápido, igual por si acaso te envío la foto, pero sabes que no me gustaría arruinar la sorpresa del regalo, te dejo hermanito, hay mucho que hacer y el jefe necesita mi ayuda.

No pude decirle nada más por que colgó de una, pero lo que si hice fue mirar la foto de una sola visualización que me había enviado. Y mi sorpresa fue mayor al ver una foto de mi bonita, dormida en un cuchitril como los que estaba acostumbrado a ver en mi trabajo y ahí mismo, estaba la dirección del lugar, todo muy bien hecho para despistar, para evitar sospechas y que todo el mundo creyera que era su hermano.

—Manuel, General, tengo una pista importante, no puedo garantizar que sea cien por ciento real, pero es alguien en quien confío.

—Bueno muchacho, veamos eso.

Les mostré la foto y les pedí que tomaran una foto con el celular de ellos por que tan pronto como cerrará la imagen no podría volver a verla. Mis temores se confirmaron y tenía la certeza de que estaba en el peor lugar de todos, una bodega en la que había trabajado durante años, una bodega en la que nunca jamás debió estar.

—Es una mierda el sitio, pero sé cómo podemos llegar, conozco bien el lugar y puedo llevarlos a un punto perfecto para entrar sin levantar sospechas, aparte Tomás no debe esperar que sepamos donde están, si algo tiene, es que es demasiado cuidadoso en eso y el hecho de tener a mi contacto, es un punto muy grande a nuestro favor.

—Mas te vale que así sea, más te vale que mi niña esté bien, por que lo que soy yo, te mato si llega a pasar algo.

—Tranquilo Manuel, mi bonita va a estar bien.

Sentí el puño tan pronto hizo contacto con mi nariz y perdí el equilibrio por que obviamente no me lo esperaba. —No le digas así, ya no tienes ese derecho maldito idiota, que sepas que solo nos ayudas porque sabes dónde está y porque sabes como llegar a ella, ¡no por nada más!

—Calma Manuel por favor, con esto no llegaremos a nada y si perderemos tiempo valioso. Muchacho párate del suelo y prepárate que ya nos vamos. —El amigo del papá de Lorena detuvo lo que pudo haber escalado a mayores y tristemente entendía por qué y lo aceptaba.

Limpié mi nariz y me levanté, no con la frente en alto, era absurdo, pero al menos iba a dar todo de mi para salvarla.

La historia de mi vida. #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora