Está tendido a lo largo de su cama, tratando de disipar sus sentimientos mientras el techo pulcramente pintado de su habitación es su única vista.
El handgrip que en mano tiene es fuertemente apretado conforme su cabeza se inunda de más escenarios que había jurado no recordar.
"Busca a alguien de tu tamaño y deja de insistir"
¿Ese cenizo de personalidad y fuerza inquebrantable acaso era el mismo que había visto soltar esas pequeñas lágrimas?
"No tengo nada que hablar con un niño como tú"
Su corazón se llena de algo que no puede controlar. Ha tratado de olvidar por completo la existencia del héroe que le quitaba el sueño por las noches y la capacidad de entablar una relación con alguien más en todos esos años.
Ahora aparece y actúa amable, dulce y cariñoso con dos infantes que no conoce.
¿Por qué era tan diferente?
Trata de quitarlo de su cabeza, de alejarse de él, pero lo único que logra es caer rendido otra vez.
Necesita una respuesta concisa. ¿Qué trataba de hacer? ¿Redimirse por lo que le hizo demostrando que puede comportarse mejor con los demás? De ser así, ¿no es injusto? Él nunca olvidaría la forma en la que lo destrozó.
Su mente se siente confusa, pero no más que su corazón. Quiere odiar a ese omega que tanto daño le ha hecho, pero su traicionero ser le obliga a sentir algo más por él, al igual que su cuerpo, que reacciona cuando lo piensa o lo ve. La mescolanza de sentimientos lo tiene realmente ansioso y agobiado.
Observa la caja de tabletas inhibidoras en su mesa, agarrándola y leyendo los componentes de dicho fármaco. Su cabeza no puede evitar desbloquear nuevos recuerdos e inundarse en ellos.
"Por favor quédate"
Su corazón empieza a palpitar con fuerza, sintiéndose patético al alegrarse por una mísera memoria que no fue —en su momento— más que una vil mentira recitada por aquellos preciosos labios.
"No quiero..."
Da pequeños golpes en su frente, tratando inútilmente de que su cabeza dejara de reproducirle esos engañosos momentos.
"¿Izuzu? Lindo nombre"
Muerde fuertemente sus labios, cerrando los ojos y ejerciendo mayor fuerza en el ejercicio de sus dedos. Debía ya haber aprendido que su mente era la primera en traicionarlo.
"No quiero que te vayas"
Algo en su vientre bajo comienza a arder, haciéndole saber lo que está sucediendo.
«Qué patético. »
Harto de su cuerpo débil ante miserables recuerdos que había creído inexistentes hasta el momento, lleva su mano a su entrepierna, sin poder dejar de tensionar el alambre recubierto con la otra.
Cierra sus ojos avergonzado mientras inconscientemente relame sus secos labios. Su mano trata de disminuir la dolorosa erección, haciendo presión sobre ella.
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¡Espérame, Kacchan! [DekuBaku]
FanfictionKatsuki trata de desenvolverse en una sociedad en la que su casta es despreciada por sus superiores, pero sobre todo, por él. Su situación se complica aún más al verse afectado por la llegada de un molestoso pero adorable pecoso del que ya no se sie...