"𝙽𝚘 𝚟𝚘𝚢 𝚊 𝚕𝚕𝚘𝚛𝚊𝚛 𝚙𝚘𝚛 𝚝𝚒, 𝚗𝚒 𝚌𝚛𝚞𝚌𝚒𝚏𝚒𝚌𝚊𝚛𝚎 𝚕𝚊𝚜 𝚌𝚘𝚜𝚊𝚜 𝚚𝚞𝚎 𝚑𝚊𝚌𝚎𝚜"
Mizuki fue criada en la iglesia donde lo más importante era la fe, la divinidad y la bondad, hasta que su corazón la lleva a traicionar todo l...
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Respirar es algo automatico que todo ser viviente puede realizar, de hecho se podría decir que es lo más fácil del mundo, pero para ella no lo era.
A penas y podía mantener los ojos abiertos y respirar era terriblemente doloroso, podía sentir el poco exigeno entrar en sus pulmones y lastimar los al mismo tiempo.
— Con eso basta.
— Cuidala bien Aoi— pidió Shinobu saliendo de la enfermería.
— No creo que pueda seguir asi— hablo un chico mirando la con preocupación.
— Yo tampoco, debe tener la mayoría de huesos rotos— contesto Aoi mirando la para luego mirar al chico— Tu tampoco te muevas mucho Tanjiro.
— Oigan— hablo ella débilmente haciendo que la mirarán alarmados de forma inmediata— ¿Que es este lugar?.
— Estas en la enfermería de la finca mariposa, específicamente, hablando de forma simple estas en la cede caza demonios.
— Entonces si existe— la chica respiro con dificultad haciendo que unas lágrimas escaparan de sus ojos grises.
— No debería hablar— Aconsejó Tanjiro mirando su terrible estado— Tiene varias costillas rotas.
— Estaré bien en unas horas— murieron cerrando los ojos.
Respiro con más fuerza a pesar del dolor y como pudo unió sus manos en su pecho enredando sus dedos con la Cruz de plata, en su mente repitió el juramento de aquella noche y luego cayó n un profundo sueño.
A su alrededor no pasó nada interesante, Aoi estubo atenta a ella mientras Tanjiro avisaba si veía algo extraño.
Así pasaron los próximos dos días hasta que al fin Mizuki abrió los ojos, se sentía agotada pero ya su cuerpo no dolía y respirar le era más sencillo.
Ante el silencio se sentó en la cama notando que Tanjiro no estaba y Aoi a penas entraba a la habitación con una bandeja de medicinas.
— Me alegra que despierte— no sono del todo amable de hecho hasta pareció brusco— Tiene que comer apropiadamente.
No se quejó respecto a eso y el resto del día comió lo más que pudo y durmió un poco, hasta que al día siguiente Shinobu entró en la enfermería con ropas entre sus manos y las dejó en la cama a la vista de Mizuki
