𝐁𝐥𝐨𝐨𝐝𝐲 𝐌𝐚𝐫𝐲→𝙼𝚞𝚣𝚊𝚗 𝚡 𝙾𝙲 𝚐𝚒𝚛𝚕

14 "𝐿𝑎 𝑣𝑒𝑟𝑑𝑎𝑑 𝑑𝑒𝑡𝑟𝑎𝑠 𝑑𝑒 𝑡𝑢𝑠 𝑜𝑗𝑜𝑠"

  "𝐼𝑛𝑐𝑙𝑢𝑠𝑜 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑙𝑎𝑠 𝑔𝑎𝑙𝑎𝑥𝑖𝑎𝑠 𝑒𝑥𝑖𝑠𝑡𝑒𝑛𝑡𝑒𝑠 𝑛𝑜 ℎ𝑎𝑦 𝑛𝑎𝑑𝑎 𝑚𝑎́𝑠 𝑝𝑢𝑟𝑜 𝑦 ℎ𝑒𝑟𝑚𝑜𝑠𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑢𝑛𝑎 𝑚𝑖𝑟𝑎𝑑𝑎 𝑠𝑖𝑛𝑐𝑒𝑟𝑎"

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  Por unos segundos simplemente se miraron hasta que Muzan se sintió intranquilo, con dudas carcomiendolo y no pudo evitar querer saber, indagar.

— Mizuki— dijo luego de unos minutos.

  La chica deliraba por la fiebre pero enfocó sus lindos ojos grises en el para intentar enfocarlo, Muzan se acercó tomando asiento en el borde de la cama esta vez manteniendo la vista baja en sus propias manos, no tenía razones para tener dudas pero ahí estaba.

  Creo una trampa para conocerla sin saber que el que terminaría enredado sería el.

   Quería preguntar muchas cosas pero tenía miedo, si el realmente tenía miedo, Muzan el rey de los demonios tenía miedo.

  Pero no de Mizuki, tenía miedo de que cuando el comenzara a preguntar no hubiese vuelta atrás.

  Aunque pensó que quisas no la había desde el primer momento donde ella entró por la puerta de aquel bar, despeinada y hermosa con aquella ropa de enfermería.

— Si tu fueses un demonio ¿pensarias distinto?.

— Si yo fuera un demonio sería la reina— contraatacó ella cerrando los ojos.

— ¿Incluso si te ofrecieran ser la reina de los demonios ahora y eso significa no completar tu venganza lo harías? — y con esa pregunta cayó en el abismo.

  Ya no podía retroceder, mucho menos cuando sintió como ella se removia y de forma repentina lo abrazaba llenandolo de su calor corporal que de hecho parecia quemar a Muzan incluso entre las telas del kimono, el no se quejó de hecho llevo su mano con suma lentitud hasta los albinos cabellos de ella y enredo sus dedos con cuidado.

— Si tu vas conmigo entonces sere la reina de los putos demonios— se río aferrada al brazo de Muzan— Mi vida no a sido más que dolor incluso toda las veces que intente vivir  fue en vano y si siendo la reina puedo poner un límite entonces no me quejaria.

— Tendrias que ser la esposa de Muzan, a el no le gusta compartir el poder y por supuesto que no conoce límites.

— Ja me parece que en realidad es un imbécil, vamos, podría poner a raya a sus sirvientes, en su lugar solo provoca caos sin sentido.

— Las cosas hermosas florecen en el caos — dijo deslizando sus dedos en los cabellos de ella.

Adorando cada ebra como si fuera el pétalo de la Rosa Blanca más pura de su jardín, tal vez vivio demasiado tiempo buscando una flor que le diera poder, cuando en realidad quería  una Rosa que lo desafiara, pero no quería a cualquier  Rosa, el la quería a ella solamente a ella tal vez para siempre.

— Supongo que tienes razón— dijo y se apartó mirandolo con sus ojos grises brillando en tantas matices que le fue imposible saber que pensaba ella.

— Mizuki...

— Te tendría cariño en todos los universos— dijo ella y se apartó tomando la mano restante de Muzan para entrelazar sus dedos con cariño— Cuando llegue a ese bar y vi tus ojos supe que veía a los ojos del diablo, pero por alguna razón me quedé, quería ver que tanto me mentirias, pero entonces note que debajo de tu odio solo estabas tú... No querias conquistar el mundo , querias... Tener algo que nunca tuviste.

   Se quedó estático pensando en como fue tan descuidado, como pudo creer que Mizuki siendo tan perspicaz como una serpiente no lo notaria.

— Ya pudiste matarme... Muzan.

   Solo le bastó eso para sentir como toda la red de mentiras que había diseñado se caia a pedazos con el solo pensamiento de que ella lo supo desde siempre.

  Desde que se miraron a los ojos por primera vez, incluso cuando se besaron en el arrolló ella con esa sonrisa inocente sabia que el era Muzan.

— Te odio — dijo aún con sus manos unidas  — Pero cuando vi como tus ojos brillaban como si acabarás de empezar a vivir me di cuenta de muchas cosas, incluso hasta hace rato pensé en matarte... Hasta que fuiste por primera vez en años un humano.

— Mate a Kian— no supo porque tuvo la necesidad de aclararlo tan descaradamente.

  Pero era tan imposible de creer que alguien tan creada por rabia y renacida por cenizas lo perdone solo porque vio sus ojos brillar la noche de la feria.

  Era imposible y el sentimiento  fue tan atroz que  corrompió su alma o lo que quedaba de ella hasta volverla pedazos en su pecho.

— Yo mate a Kian al obligarlo a irnos del templo.

— La gente del templo...

— Fue uno de tus demonios si, nada que con mano dura no puedas arreglar.

— ¿Eres consiente de lo que dices Mizuki? Soy... Soy Muzan.

— Eres Muzan— murmuro con el corazón hecho pedazos en sus manos.

   Entonces el rey demonio fue testigo de como lágrimas cristalinas caían por los ojos de la indestructible puritana -como el solía decirle- como ella en medios e sus lágrimas lo miro con esos ojos cargados de dolor, odio y en el fondo cariño.

— Tengo miedo de querer a quien destruyó mi vida— dijo de forma ahogada hundiéndose en el colchón con tristeza.

— No me arrepiento de nada Mizuki— ella lo miro con los ojos cristalizados— Ni de lo bueno ni de lo malo.

— Es por eso que sin importar nada no podemos seguir así, tu no te arrepientes, y yo no te perdono no del todo, no con todo, incluso si se que puedes mejorar se que no vas a cambiar Muzan, eres un maldito destructivo que acabará con la vida de muchos solo por obtener un beneficio propio.

— Puedo retrasarlo— dijo de forma lenta y pausada— Lo retrasare, destruire todo luego, pero ahora podemos... Podemos— miro en otra dirección flanqueando— Podemos no pensar en la realidad.

— No hagas promesas que no vas a cumplir, si dices que retrazaras tus planes se que es  otra mentira.

  Muzan no respondió, sabia que Mizuki tenía razón, simplemente sintió como lo abrazaba por la espalda y solo se relajo.

— Por favor disfrutemos el presente.

— Te concedería cualquier cosa Mizuki— contesto Muzan acariciando sus manos— Seamos reales solo por hoy.

— Tu y yo, vamos a olvidarlo ¿si? Vamos a querernos  solo hasta que tengamos que irnos.

     Y con ello Muzan giro para unir sus labios y caer entre las suaves mantas.