Neighbors;; jjk

20

— ¿Que quieres hacer?

Preguntó él con una sonrisa coqueta, aquella sonrisa que tanto le gustaba a la pelinegra. En cambio Ahri sólo elevó los hombros y se dispuso a observar por la ventana del auto, mientras su ex pareja trataba de buscar un lugar dónde llevarla. Había organizado todo lo que sería la cena pero no pensó en el "después", creyó que la chica querría irse en cuánto terminara de comer pero fue al contrario, ya que su madre estaba siendo cuidada por alguien de confianza.
Decidió aparcar su vehículo en un parque cerca del hotel de su padre, el cuál podía verse a simple vista. Bajó las dos ventanillas de éste para poder fumarse un cigarrillo, hacía bastante no lo hacía y uno no le haría daño, le ofreció a Ahri pero ésta se negó.

Hacía algo de frío, pero no lo suficiente como para estar tan abrigada. Era una brisa con un toque de calor, era como si fuera verano. Apenas e iba a ingresar la primavera así que era normal que sucediera.

— Pronto será tu cumpleaños, ¿ya planeaste lo que harás?

— No haré nada. —la miró por unos segundos. — Tal vez, invite a mis amigos y ya.

— Pero habías dicho que querías algún festejo, llevas años sin hacerlo. —ladeó su cabeza mientras acomodaba la camisa de él, la cuál estaba algo desacomodada. — Estos meses han sido... Una locura. Te hará bien una fiesta, ¿no?

— ¿Y si mejor nos vamos los dos, solos? Puede ser a Hawaii, París o Italia... Tu país favorito.

Ahri negó con su cabeza soltando una leve risita incorporándose nuevamente en su lugar. No era mala idea, pero ahora que era finalmente presidente de la empresa tenía más trabajo de lo que imaginaba. No era fácil, eso estaba claro y, tomarse unas "vacaciones" a un mes de haber asumido el cargo sería algo... Descortés a su parecer. Además, su padre no lo permitiría.

Además, ellos no tienen nada, ¿no?

— Estás loco, no puedo.

— ¿Por qué no? Cuándo estábamos juntos dijiste que querías hacer un viaje a solas.

— Exacto, "cuando estábamos juntos". Ya no lo estamos, Kook. Para cuando sea tu cumpleaños yo ya tendría un mes en la empresa, no puedo darme el lujo de hacer tal cosa.

Un bufido se oyó por parte del mayor, haciendo que Ahri soltara una sonrisa leve. Todo estaba tranquilo allí, de repente las voces que habían allí afuera se dejaron de oír y los autos ya no estaban haciendo un disparate. Eso era bueno, sólo había tranquilidad y paz.
Cosa que hace bastante tiempo Ahri no sentía.

— ¿Quieres ir a casa? O si quieres, podemos ir al hotel de mi padre que está por allí. —señaló a lo alto.

— Como quieras, yo te sigo. —le sonrió.