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— ¿Nos vamos?

Dijo Jimin mientras se acercaba a aquellas dos chicas. Ahri miró a su amiga y, por última vez, le dio un abrazo fuerte, a lo que la castaña inmediatamente le correspondió. Habían quedado que Ahri iría para Navidad, ya que tal vez sus padres no irían para esas fechas. Le dolía un poco saber que su amiga se iba lejos de ella, pero le tranquilizaba saber que no se iría sola, sino con su novio, que pronto sería su esposo.

— Conduce con cuidado. Los quiero.

Junto a Mingyu esperó a que el auto desapareciera de su vista. Una vez hecho, ambos ingresaron a la casa, la cual, por alguna razón, sintieron un vacío en ella. Con la ayuda de su amigo, comenzó a limpiar un poco del desastre que quedó, ya que los cuatro habían almorzado juntos. Respecto a su costilla, todo iba bien; obviamente no había sanado del todo, pero ya no le dolía como antes. Ahora sí podía moverse con normalidad, pero aún no estaba sana como para subir escaleras o hacer esfuerzos excesivos. Aún así, Mingyu estaría con ella para todo, incluyendo el proceso de su embarazo.

— Debo irme. Tengo unas reuniones pendientes, ¿estarás bien?

— Claro, ve. —le sonrió levemente.

Una vez que Mingyu salió de la casa, Ahri tomó las llaves de su auto para irse a la empresa, a la cual no iba desde hacía casi un mes. Al llegar, notó que las miradas de los trabajadores estaban puestas en ella; sin embargo, solo saludó a los que estaban a la vista y subió a su oficina, donde se encontraba Yerim acomodando unos papeles sobre su escritorio. Su mirada se puso en Ahri con un toque de sorpresa y gusto por verla, hizo una leve reverencia para luego acercarse a ella.

— Que gusto verla, ¿qué hace por aquí? ¿Su doctor le dió permiso, verdad?

— No. Nadie sabe que estoy aquí. —rió y dejó su bolso sobre la silla. — Vine a distraerme un poco.

— Está bien. ¿Quiere un café o algo?

— Sólo un té. No puedo beber tanta cafeína debido al embarazo.

— Bien, ya vuelvo.

La rubia salió de allí en busca de lo pedido, mientras Ahri se preparaba para trabajar. Todo iba en orden; varios documentos habían sido entregados en su respectivo tiempo y todo lo que debían pagar también, así que solo debía firmar los contratos pendientes y ya. Había un correo electrónico que le llamó la atención, era sobre la empresa "GOLDEN", la cual era de Jungkook. Éste pedía cancelar la unión de ambas empresas, decidido a pagar la multa por incumplimiento de contrato y perder la dichosa cantidad. Algo que a Ahri no le gustó para nada.
Inmediatamente después de leer esto, se puso en contacto directamente con su asistente. Jungkook, al recibir el mensaje que Ahri le había dejado, no le quedó otra opción que ir, de lo contrario, Ahri se comunicaría con su padre. Y eso a Jungkook no le convenía.

— ¿Por qué tanto lío? Es un maldito contrato.

— Al cancelar este contrato, los números y ventas que generó mi empresa en la tuya se irán por la borda. Todo el esfuerzo de mi equipo para que las ventas suban se perderá. ¿Por qué lo quieres cancelar?

— Porque me dijiste que no querías saber nada de mí. Por eso, quiero cancelar el contrato.

— No metas lo personal, Jungkook.

— ¿Entonces qué quieres que haga? Ahri, estoy intentando con todas mis fuerzas alejarme de ti. Para que tengas un embarazo sano, sin estrés, malestares... ¿Y me pides que no cancele el contrato? Si lo vamos a hacer, que se haga bien, ¿no?

Ahri chasqueó la lengua, para luego soltar un suspiro frustrado.

— Está bien. Haz lo que se te plazca. Ya verás tú qué le dirás a tu padre.

Neighbors;; jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora