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— Señorita Shin Ahri, venga conmigo por favor.

La doctora le sonrió y Ahri comenzó a seguirla hasta su oficina, dónde allí se llevaría a cabo los exámenes médicos. Había ido sola, nadie sabía que estaba ahí y prefería que nadie lo sepa. Habían pasado dos días desde el cumpleaños de Jungkook, dónde también se la había pasado vomitando como los últimos días. Ya al estar en el consultorio, se sentó en una de las sillas para comenzar a responder preguntas que la doctora le hacía. Una vez que terminaron se recostó sobre una camilla, vió cómo la mujer le ponía un gel frío sobre su abdomen para luego posicionar un aparato y comenzar a esparcir el gel.

No quería mirar la pantalla, su mirada estaba en cualquier parte de la habitación menos en dónde debía estar. Tragó en seco del nerviosismo, sus manos temblaban y aquélla castaña lo podía notar.

— Todo está bien, señorita Shin. Felicidades. —le sonrió. — Tiene aproximadamente casi dos semanas.

— No hay nada que felicitar, doctora. —las saladas lágrimas corrían por su mejilla, a lo que inmediatamente limpió.

— Aquí contamos con un servicio especial para estos casos, si usted no quiere tener al bebé puede venir aquí. —le extendió una pequeña tarjeta. — Es totalmente seguro y legal, no habrá efectos secundarios ni nada por el estilo, ¿si? Puede hacerlo dentro de las primeras doce semanas.

Ahri limpió su abdomen para luego tomar aquélla tarjeta, se despidió de la chica y finalmente salió del hospital. No estaba segura si quería interrumpir el embarazo, pero a su vez tampoco estaba segura de tenerlo. ¿Que haría con un bebé? Obviamente que éste no tenía nada que ver con su descuido, pero ¿que tal si no hacía bien su trabajo? ¿Que tal si Jungkook no quería saber nada? Lo más lógico es que lo hablara con él, pero el problema era que ella no estaba segura.

Ella no estaba segura si quería traerlo al mundo.

— ¿Ahri?

La voz de masculina de alguien hizo que volteara, Hyoseop estaba allí, acercándose a ella. Le brindó una sonrisa y cerró la puerta del auto, no sin antes dejar su bolso dentro.

— Hola, ¿que haces aquí?

— Vine a recoger unos exámenes médicos que me hice hace una semana. ¿Y tú? ¿Como estás?

— Estoy bien, gracias. Yo solo vine a... —hizo una pausa tratando de buscar una excusa pero ninguna se le venía a la mente. — Ah, vine al ginecólogo ya sabes, cosas de mujeres. —rió.

— Entiendo. ¿Tienes algo por hacer? Si quieres podemos tomar un café, tengo unas horas libres antes de irme a la empresa.

Asintió. — Claro, vamos.

Había una cafetería enfrente del hospital, así que sólo cruzaron la calle para ingresar. Una vez dentro del local ordenaron lo que iban a tomar y Ahri también pidió un sándwich para acompañar.

— Oí que hace poco fue el cumpleaños de Jeon Jungkook, si es que no me equivoco.

— Sí, así es. Hicimos algo pequeño ya que él no quería nada tan... Exagerado. Fue una sorpresa.

— Eso es bueno. ¿Como está tu madre?

— Bien, mi padre me dijo que esta semana sería su primera quimioterapia, por lo cuál estamos algo nerviosos. —sonrió levemente.

— Debe ser difícil para tí... —ladeó su cabeza a un lado, mientras que Ahri sólo elevaba los hombros.

— Son cosas que pasan. Sólo quiero que esté bien, por eso decidimos que su tratamiento se llevara a cabo en Londres.

Neighbors;; jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora