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El hospital me había dado licencia para asistir al juicio donde se llevaría a cabo la sentencia que le darían a Taehyung. Él estaba ahí sentado, su rostro no emitía ninguna emoción, estaba neutro, como si nada le importara. Su abogado y el mío estaban hablando con el juez; anteriormente, ya había declarado junto a los testigos que presenciaron lo que sucedió, por lo que tal vez estarían llegando a un acuerdo. Al acabar, vi cómo Yoongi se acercaba nuevamente a mí, asintiendo con la cabeza. El juez se tomó unos cortos segundos para comenzar a hablar; no iba a mentir, tenía miedo de lo que saliera de su boca.

— El demandado de pie por favor.

Taehyung se puso de pie junto a su abogado, mientras que Yoongi también estaba de pie esperando el veredicto final. Me voltee para ver a Jennie, que parecía nerviosa; sin embargo, ella solo me brindó una sonrisa que, de cierta manera, me tranquilizaba.

— Señor Kim Taehyung, después de considerar cuidadosamente las pruebas presentadas en este juicio, y teniendo en cuenta la gravedad de tus acciones, te condeno a diez años de prisión. Además, debes pagar una multa de quinientos mil dólares como parte de tu sentencia. Esta decisión se basa en la seriedad de tus delitos y la necesidad de proteger a la sociedad. Espero que durante tu tiempo en prisión, reflexiones sobre tus acciones y busques redimirte.

— Su Señoría, eso es muy poco. Taehyung tiene dinero y puede pagar esa multa. Le pido por favor que haga-...

— Señorita Shin siéntese en su lugar.

— No. Este tipo puso en riesgo mi vida, la de mi hijo y mis amigos.

— Siéntese o la sacaré con los oficiales.

Yoongi me tomó con delicadeza del brazo y me volvió a sentar. Crucé mis brazos, molesta, y vi cómo Taehyung soltaba una sonrisa irónica mientras se retiraba de la gran sala. Me quedé ahí, junto a mis amigos y mi abogado, con ganas de llorar por la impotencia que sentía en ese momento. Pero tampoco quería demostrar debilidad en ese instante. Salimos por fin de allí con los chicos. Decidimos ir a comer algo antes de que fuera hora de devolverme al hospital, ya que no podía estar parada durante mucho tiempo debido a que mi costilla aún no había sanado del todo; de hecho, a partir de la semana seis estaría completamente sana. Yoongi me ayudó con mi bolso mientras yo sostenía su brazo. Antes de subir al auto, oí una voz conocida pronunciar mi nombre. No quise voltear, pero lo hice. Jungkook estaba allí, con un cigarro en su mano, como de costumbre, pero lo tiró al acercarse a mí.

— Hola... Llegué tarde, lo siento. ¿Como fue todo?

— Le dieron diez años, la fianza es de quinientos mil dólares. —respondió Yoongi con un tono serio.

— Ah... Es es bueno, ¿no?

— ¿De verdad te parece que es bueno? Es horrible, pero no pudimos hacer nada. ¿Viniste por algo en especial?

— Solo quería ver si estabas bien. Supe que estarás unos días más en el hospital.

— Pues estoy bien. Ahora si me disculpas debo irme, nos vemos.

Me di la vuelta y subí al auto, donde Jennie y Jimin me esperaban listos para irnos de allí. Me había quedado con ganas de que realmente castigaran a Taehyung como se debería, pero simplemente así era la justicia en Corea; no podía hacer nada al respecto. Llegamos a un restaurante algo formal y decidimos comer afuera, ya que el día estaba hermoso, hacía calor y apenas había viento. Tomé unas pastillas que me había recetado para los dolores antes de comer y, finalmente, trajeron la deliciosa comida. Durante la tarde estuvimos allí almorzando. Yoongi se tuvo que ir antes, ya que debía hacer algunos trámites, así que los demás nos quedamos unas horas más hasta que llegó el atardecer. Jennie me llevó nuevamente al hospital. La verdad es que no tenía permitido irme a otro lugar después del juicio, así que recibí unos regaños por parte de mi médico al llegar. Mis amigos me hicieron compañía un buen rato hasta que decidieron irse a casa, ya que Jennie debía ir a la universidad al día siguiente.

Me despedí de ambos con una media sonrisa y seguí mirando mi teléfono. Estaba aburrida, no podía hacer casi nada ya que no lo tenía permitido y, además, me dolía demasiado si hacía una fuerza de más. La imagen de Jungkook volvía a mi cabeza, ahora no sentía tanta nostalgia como antes, sino que sentía algo de desprecio… Como si lo comenzara a odiar nuevamente. Bueno, si soy honesta, la realidad es que nunca lo odié; me refugiaba en eso para no admitir que aún sentía cosas por él. A él también lo citaron para ir, sin embargo, ni siquiera avisó que no podía asistir como testigo, y eso causó unos problemas con Yoongi y el juez. No sé cómo pudimos continuar; el juez se había levantado con ganas de trabajar, al parecer. Me dio más molestia al ver que estaba afuera de aquel lugar como si nada, parecía haber estado esperando a que saliera, pero no entendía para qué. ¿Cómo pudo ir luego de lo que hizo? Cuando lo necesité, no estuvo conmigo, pero cuando él me necesitó, yo sí estuve.

Tenía la esperanza de que tal vez cambiaría de opinión, pero no será así. Después de lo que dijo, no creo que vuelva a ser la misma con él; no puedo fingir demencia y hacer como si nada hubiera pasado. Parecía una competencia entre Taehyung y él por quién se ganaba primero mi desprecio; déjenme decirles que Jungkook se estaba llevando el puesto número uno.

Por otro lado, Jungkook estaba olvidándose de sus problemas con una mujer que se había cruzado en el bar. La imagen de Ahri inundaba su cabeza, haciendo que apenas pudiera disfrutar de los fuertes gemidos de aquella castaña, quien sí parecía disfrutar. Sin poder seguir, la bajó de su regazo bruscamente, mientras obtenía una mirada de confusión mezclada con enfado de la chica. ¿Por qué Ahri siempre invadía sus pensamientos? ¿Por qué, después de tanto tiempo sin estar con alguien que no fuera ella, no podía dejar de pensar en ella? Fácil: porque la culpa y el miedo de estar mal con Ahri nuevamente le estaban consumiendo.

— ¿Qué te pasa? ¿Por qué me sacaste de esa manera?

— Lo siento, Leah. Creo que será mejor que te retires, por favor.

— ¿Seguro? Podemos retomar si quieres...

Habló con una voz coqueta mientras pasaba sus manos sobre el pecho del mayor, provocándole un escalofrío. La miró por unos segundos y, como por arte de magia, su rostro se transformó en el de Ahri: aquella sonrisa coqueta, sus ojos miel, su cabello negro y largo, todo era de ella. Pero era consciente de que era su mente otra vez haciéndole pasar por una mala jugada.

Aclaró su garganta y negó con su cabeza levemente, para después tomar su billetera, le soltó varios fajos de billetes, dándole a entender que ya era hora de que se retirara. La castaña no puso ninguna queja, solo se vistió, tomó su bolso y salió del lujoso hotel con una cara que repartía felicidad al hacer tanto dinero con un solo cliente. En cambio, Jungkook se quedó allí, tirado en la cama como si dependiera de ello. Extrañaba a Ahri, extrañaba su risa, su voz, su cuerpo, todo de ella. Tenía muy claro que no recibiría lo mismo de aquella parte, pero lo tenía merecido; si él no hubiera ignorado lo que pasó aquel día, tal vez, solo tal vez, Ahri estaría feliz con él.



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Holaaa! Perdón por el capítulo tan corto pero siento que les debía actualizar lo más pronto. Disculpen si hay faltas de ortografía. No olvides votar ⚝ te quiero mucho y cuídate del frío. Besooos.

Neighbors;; jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora