OO8

904 113 14
                                    


Joder es que yo debería de estar siempre preparado para este tipo de cosas, pero ostias, no creo que algún día llegué a acostumbrarme a los cambios de situaciones y emociones tan rápidos.

Siendo las 12:45PM, debí de salir corriendo del Hospital hacia la escuela de Hye Kyo, puesto que mi hija volvió a tener problemas y he llegado a mi límite.

Mi paciencia tiene un maldito límite y hoy mismo Hye Kyo la ha sobrepasado.

Podemos bromear, puedo permitir que me diga ciertas cosas puesto que entiendo que no lo hace con maldad, pero como toda persona, hay cosas que no puedo permitir y menos pasar por alto.

— Bájate. — Le pido mirándola por el espejo retrovisor. Hye solo asiente y abre la puerta del asiento trasero para bajarse del coche.

Yo hago lo mismo y sin darme cuenta, doy un portazo que me duele a mi mismo, colocando la alarma, sigo el mismo camino que Hye Kyo y cuando ella abre la puerta, puedo notar como dos siluetas están paradas frente a ella. Es mi madre y Jimin, quiénes a las diez y cuarto me dieron la idea de almorzar juntos, claro que acepté. Pero ahora, joder, ahora solo necesito estar a solas.

Pero primero es Hye Kyo quién me escuchará.

— Mi niña, ¿Que sucedió?— Escucho la pregunta de mi madre, ella muestra preocupación absoluta. —¿Por qué tienes tú ropa manchada de pintura?

— Porque se metió al aula de Artes junto a otras compañeras y arruinaron una maqueta de un chico, el cual estuvo dos meses preparándola para una exposición. — Adelantándome, le respondo con recelo.

Hye baja su cabeza y descuelga su mochila del hombro izquierdo. Jimin muerde su labio inferior y se cruza de brazos para comenzar a caminar hasta el sofá, dónde se sienta y no dice nada.

— Hye... — Su abuela le llama, pero ella no responde. — JungKook...

— No me pidas que no le diga algo, lo que hizo está mal.— Antes de escuchar sus súplicas, me defiendo.

— Yo no pensé que la maqueta estaba lista para ser entregada, papá.

Por primera vez en todo el trayecto, Hye Kyo me dirige la palabra. Yo le doy una furtiva mirada a mi madre, quién solo suspira y va donde Jimin.

— Y aún así no estuviese terminada, ¿Por qué entrar a un Aula que no se te tiene permitido?— Pregunto llegando hasta ella. — No había necesidad alguna, Hye Kyo.

Mis palabras salen duras, neutras y no tengo pensado mostrarme débil o considerado. Me siento sumamente estresado.

— No lo hice con malas intenciones, además Maia me dijo que no había problema si nos metíamos al aula. — Se excusa mirándome fijamente.

—¿Y si Maia se tira de un maldito puente, tú también?— Repongo cruzándome de brazos. — Hye Kyo, me pediste cambiarte de colegio porque no querías ir más donde antes, lo hice, te cambie y ¿Ahora qué? Vienes con una suspensión de una semana y una firma de libro. ¿Que me dices al respecto?

— Papá, yo realmente no quise que esto pasará. — Su labio inferior tiembla, está soportando las ganas de llorar.

— Pero haces cosas que luego tienen consecuencias. — Bufo. — No es la primera vez que me llaman del colegio para decirme algo sobre ti, lo he dejado pasar, pero vamos, ¿Que con dormirte en clases? O ¿Por qué no llevar la tarea?

Incapaz de contener mi tensión, tiemblo gracias a ésta y aprieto mis dientes con fuerzas.

Nuevamente Hye Kyo no me responde, solo puede bajar su mirada y su cuerpo se rinde dejando caer sus hombros en signo de resignación.

Hey, Doctor Jeon! [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora