12.

792 93 98
                                    


¿Sebin?

—¿Si, Hye?— La pelinegra da vuelta su rostro para encontrarse con una mirada brillante por parte de la niña.

—¿Sigues queriendo a mi papá?

La pregunta sale por si sola, Hye Kyo sonríe con inocencia y se acomoda frente a Sebin, quién sintió sus mejillas calentarse en cuestión de segundos.

—¿A que viene la pregunta?— Soltando una risita nerviosa, acomoda sus cabellos y carraspea tocando el puente de su nariz.

— Porque te vi como lo mirabas hoy en el almuerzo, sé que aún lo quieres. — Hye dice con suma decisión. — Si me dices que si, prometo no decirle a papá.

¿Confiar o no en la pequeña?

— Vale, pero no digas nada. ¿Sí?— Pidiéndole con tono de súplica, Sebin juntas sus manos y hace un pequeñísimo puchero. — Aún siento cosas por tu papá.

Hye Kyo se tira hacia atrás en su cama y pega pequeñas patadas y aplaude varias veces. ¡Lo sabía! ¡Lo sabía!

—¿Para cuando la boda?— Reincorporándose, suelta con una sonrisa de por medio. — Ay Sebin.

—¡Hye, cariño!— Sebin chilla al escucharla. Sus mejillas vuelven a colocarse de un tono carmesí e intenta tapar su vergüenza con ambas manos. — No hay boda.

«Bien que te gustaría estar con él de esa forma, estúpida».

— Pero yo sé que va a ver boda, es más, solo espero el día que mi papá me diga «Sebin y yo estamos saliendo». ¿Sabes que haré ese día?— Abriendo sus expresivos ojos, susurra:— Lloraré mucho, porque son lindos juntos.

¿Cómo es posible que una niña de 9 años pueda ponerla tan nerviosa y vergonzosa?

— Ay Hye Kyo, quisiera tener tantas esperanzas como tú.— Suelta en un suspiro y acaricia la mejilla de la niña. — Pero las cosas no son tan fáciles.

—¿Es mi papá, verdad?— Ella dice con reproche. Bufando, hace un pequeño puchero de nuevo.

— No diría que es él...— Niega. — Somos ambos. Ambos necesitamos tiempo para volver a conocernos, por ahora, disfrutamos de una buena amistad.

Tanto Hye como Sebin se miran una a la otra. La niña sonríe con una simpleza que enamora hasta al ser más frío del planeta.

— Sebin, ¿Puedes darme tu opinión de algo?— Luego de unos segundos en silencio, la niña pregunta con cierto nerviosismo.

Sebin no duda un segundo y asiente. Acomodándose mejor en la cama perteneciente a Hye, cruza sus piernas y espera paciente a que ella suelte lo que tiene por decirle.

Solo espera que no sea algo que vuelva a ponerle nerviosa. Es decir, nunca nadie logró hacerla como JungKook y hablar de sus sentimientos hacia él, le pone como estúpida.

Actúa como estúpida cuando está con él y se arrepiente siempre. Pero no puede volver el tiempo atrás. Ojalá pudiese. Ojalá.

—¿Qué crees que me diría mi papá si le digo que me gusta un compañero de mi curso?— Por primera vez, Hye se pone roja.

¡A su bebé le gusta alguien!

—¿Es ese tal Sam que me has dicho un día por vídeo llamada?— Sebin indaga. Hye asiente. — Pero si eres una chulada.

— Él es muy lindo conmigo, siempre me comparte su merienda y cuando me abraza, yo me pongo nerviosa. ¿Eso es normal?— Algo temerosa, pregunta dudosa acerca de lo que sucede.

Hey, Doctor Jeon! [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora