21.

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JungKook.

Mi sonrisa se dispara cuando veo como Hye y Jeongin se divierten al ensayar por ellos mismos. Ríen y bromean entre sí sin darse cuenta del mundo.

Y voy a admitir que me gusta ver a mi hija tan a gusto con él. Es decir, es libre de poder ser como es y Jeongin lo es de igual forma.

Mirando mi reloj de mano, me doy cuenta que debo de irme dentro de nada y solo faltan cinco minutos para que Jimin vuel...

La puerta principal resuena por toda la casa y sé que se trata de él, pues su voz comienza a escucharse y en su compañía, dos voces femeninas más.

Dándole una última mirada a los niños, me adentro de nuevo a la casa y comienzo a caminar por el pequeño pasillo para devolverme a la cocina y luego a la sala de estar.

Mis ojos captan como Jimin habla armoniosamente con Sebin y Seulgi.

— JungKook.— Sebin me llama al instante que se da cuenta de mi presencia.

Jimin solo me mira y sonríe en forma de saludo, mientras que Seulgi adopta una postura mucho más rígida y sus mejillas se vuelven de un color carmesí.

— Hola preciosa — Acercándome un poco hasta donde está ella, deposito un suave beso en sus labios.

—¡Ostias, que bonito!— Seulgi susurra haciendo que yo me separe de Sebin y un pequeño rubor ahora me toma a mi. — Oh, lo lamento Doctor Jeon. No... No quise...

— Vamos Seulgi, estamos fuera del trabajo. Solo dime JungKook. — Yo me apresuro a detenerle.

En lo personal, solo acepto que me digan «Doctor Jeon» en el trabajo. Después de eso no, solo JungKook y ya.

— Está bien, Doctor. — Al darse cuenta de cómo me ha dicho, rueda los ojos y bufa ocasionando que nosotros riamos. — Lo lamento, es la costumbre.

— Tranquila, estás nerviosa. — Jimin le sonríe y puedo ver su coqueteo.

¿Que estaba haciendo el marrano de la familia?

Sintiendo la tensión entre ambos, miro a Sebin y ella también está de la misma forma que yo, por lo que prefiero salvarnos y dejarlos solos.

— Sebin, acompañame a la cocina. — Le pido al mismo momento de tomar su mano. Ella solo asiente. — Los dejamos solos, pónganse cómodos.

Jimin ni siquiera me responde y mucho menos Seulgi.

¡Las malditas ganas de decir algo me sobrepasan!

Pero me mantengo al margen, ya que no tenemos buenas experiencias en cuanto a ligues entre ambos.

Recuerdo muy bien una vez, dónde realmente había una muchacha que me interesaba demasiado y cuando comenzamos a hablar más amenamente y compartir pequeños coqueteos, llegó Jimin a cagarla por completo.

Luego de la fiesta, dejé de hablarle por dos días seguidos. ¡Es que realmente era una preciosura!

Y aunque bueno, luego en una fiesta de fin de año, yo me las cobré de la misma forma y pues, Jimin estuvo 12 horas sin hablarme, tiempo récord para él.

—¿Has visto eso, JungKook?— La voz pacífica de Sebin me atrae nuevamente a la normalidad y tiempo de lo sucedido.

Yo le miro y asiento.

— Siendo sincera, me han dejado de lado en todo el tiempo que estuvimos en la cafetería. — Ella murmura y se pega a mi lado mientras me abraza por la cintura.

Hey, Doctor Jeon! [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora