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Últimos capítulos. 

38 semanas de embarazo.

Sebin mira con orgullo la habitación de los mellizos. Por fin había terminado de acomodar hasta el último detalle.

El color que eligieron quedó como lo imaginó y no había nada que no le gustará, todo estaba más que listo para su llegada.

Y faltaba nada. Nada de nada.

Estirando un poco su cuerpo, siente una pequeña punción en su espalda baja, sin embargo, no lleva el rastro de ésta, lo único que hace es salirse de la habitación y cerrarla con lentitud.

Hoy debía ir dónde Bae Min y Luhan, pues... ¡Su sobrina nació hace tan solo una semana y media!

Dios santo, jamás imaginó llorar tanto por el nacimiento de un bebé, pero no, allí se vio chorreando moco como cual Magdalena del siglo 21.

Lian era una preciosidad con patitas, castaña, ojitos grandes y una nariz respingada como la de su hermano.

Luhan no podía más de amor por ella, la admiraba tanto... Su hermano cómo padre es una faceta que siempre deseó presenciar y ahora lo estaba haciendo y vaya, que bien se sentía.

¿Cómo es que el tiempo pasó tan rápido?

— Ostias — Sebin se queja cuando siente una molestia nuevamente, está vez es mucho más fuerte que la anterior y podría decirse que llegó a dolerle.

Mirando el reloj de pared que se encuentra en el segundo piso, verifica la hora y sabe que JungKook y Hye no tardarán en llegar.

Hoy debían preparar algunos adornos para Hye, pues su niña y princesa mayor cumplía años dentro de cinco días.

¡Diez años para la dulce y alocada Jeon Hye Kyo!

¿Cómo se encontraba JungKook? Llorando por su niña.

Bajando las escaleras con cuidado, ella siente el ruido del coche perteneciente a su pareja y sonríe a los pocos segundos, puesto que puede escuchar las risas de ambos.

—¡Mamá, estoy aquí!— Hye le informa apenas abre la puerta.

— Hola cariño, ¿Cómo estás?— Sebin termina de bajar las escaleras y aunque intenta sonreír, una mueca la toma desprevenida por esa molestia nuevamente.

Hye corre hacia ella y la abraza como puede, ya que su barriga ha crecido mucho y ni siquiera la misma Sebin puede soportar ya, de verdad quiere verlos.

Los mellizos están perfectamente desarrollados y muy acomodados. Y si todo va bien, podrá tener un parto natural.

O al menos, intentaría ello. Porque ansía sentir ese momento.

— Mamá, hoy me dieron mi nota de Matemáticas, ¿Y adivina qué?— Pegando un pequeño saltito, Hye suelta una risita emocionada.— No tendré que hacer el último, porque mis notan me hicieron eximirme.

— Eso es fabuloso, amor.— Sebin le da un pequeño beso en su cabeza y acaricia su mejilla de forma  tierna. —¿Tu padre?

— Aquí estoy, princesa. — JungKook hace acto de presencia y trae unas bolsas consigo.

Hye toma la mano de su mamá y la lleva con lentitud hasta donde su padre está, él deja las bolsas en el sofá y suelta un suspiro para luego restregar su brazo izquierdo, el cual se había acalambrado.

—¿Y esto?— Llegando donde las bolsas, Sebin abre una y allí puede ver un lindo body de color pastel.

— Los chicos han tenido la grandiosa idea de darnos regalos, pues Hoseok apostó a que los mellizos no pasan de esta semana. — JungKook le comenta y se cruza de brazos mirándola bien — Y no quiero ser brujo, pero está muy baja, Sebin.

Hey, Doctor Jeon! [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora