20.

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En la mañana siguiente.

JungKook comienza a despertar poco a poco cuando sus oídos se acostumbran al ruido de la puerta de su habitación ser tocada varias veces. Parpadeando varias veces, siente un brazo rodear su cintura desnuda y sonríe entre sueños.

El aliento caliente de Sebin pega sobre su espalda y puede escuchar su respirar lento y pausado.

—¿Papá?— La vocecita de su niña lo alerta. — Tengo que ir a la escuela. ¿Puedo pasar?

Y está vez, vuelve a tocar un poco más fuerte.

¡Debía de llevarla a la escuela!

—¡Estoy despierto, Hye!— Le informa. — Ya abro.

Dándose la vuelta con algo de prisa, se encuentra con las facciones relajadas de Sebin, sonríe a medias y acaricia su mejilla, la cual se encuentra tibia.

— Sebin, preciosa despierta.— Moviéndola un poco, la llama en un murmuro. — Necesito que te vistas, Hye Kyo está a nada de entrar.

La pelinegra poco a poco comienza a abrir sus ojos e inconscientemente, hay un pequeño puchero en sus labios. Abriendo apenas sus ojos, se encuentra con las facciones de JungKook y sus cabellos algo despeinados.

—¿Que sucede?— Gracias a las horas de sueño, su voz sale algo entrecortada por lo que, carraspea un poco antes de hablar. —¿Todo está bien?

— Hye Kyo quiere entrar y necesito que te vistas. Ponte la remera y el pantalón que te di.

Al escuchar el nombre de su pequeña princesa, Sebin se sienta de golpe en la cama y se tapa con las sábanas.

—¡Tú también vístete!— Le susurra.

— Solo debo colocarme un pantalón.— JungKook murmura y busca entre las sábanas su pantalón deportivo.

Colocándose el pantalón en tiempo récord, JungKook saca las sábanas de su cuerpo y pega un pequeño saltito, yendo directo al espejo, mira su torso y verifica que no hubiera ninguna marca, porque su niña pregunta hasta lo que no tiene que preguntar.

—¿Lista?

— Lista. — Sebin le responde terminando de colocarse la remera negra que JungKook le dio antes de dormir.

JungKook camina con prisa hasta la puerta y cuando la abre, baja su mirada para encontrarse con Hye Kyo vestida y peinada. Ella le sonríe con gracia y lo abraza por su cintura.

— Buenos días, papá. — Dice con alegría. —¿Me llevarás a la escuela?

Y aunque JungKook quiere responder, un pequeño quejido hace que Hye Kyo lleve su mirada hacia el interior de la habitación, por lo que cuando se encuentra con una silueta cubierta por las sábanas, sonríe de inmediato al reconocer a Sebin.

—¡Sebin!— Chilla y suelta a su padre.

—¡Oye! Estabas dándome atención a mi hace dos segundos. — JungKook se queja cuando su hija lo deja en segundo plano en cuestión de nada.

Hye Kyo suelta una risita y rápidamente da un salto en la cama y se lanza contra Sebin, quién se había cubierto hasta la cabeza.

—¡Hola, Sebin!

—¡Hola princesa hermosa!— Sebin se saca las sábanas de su rostro y rápidamente siente como Hye la abraza hasta asfixiarla.

JungKook, quién se encuentra parado en medio de la habitación, se cruza de brazos y sonríe como cual padre baboso por su hija y un hombre totalmente enamorado de quién tiene a su lado.

Hey, Doctor Jeon! [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora