25.

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Dos días después.

JungKook.

Siendo sincero, me parecía que todo iba muy bien y perfecto como para ser real.

Es decir, siempre debía haber algo de dramatismo en mi vida que me hiciera perder un poco la estabilidad emocional que logré construir a lo largo del tiempo.

Siendo las 10:15 de la mañana, me encuentro entrando a la institución donde Hye Kyo estudia.

Sí, nuevamente me llamaron de Dirección por mi hija.

Y santa madre si llego a enterarme que ha hecho de las suyas y que alguien salió perjudicado.

Una vez sí, dos ya no.

Mirando hacia todos lados cuando estoy dentro de la institución, acomodo mi campera deportiva y miro mi ambo negro del mismo color del abrigo que llevo puesto.

Estoy muriendo del sueño, quiero llegar a casa y dormir ya que he hecho guardia 15 horas seguidas. Y ahora posiblemente, me encuentre aquí un harto tiempo.

Solo pido que Hye Kyo tenga las palabras justas y sea algo leve o preferiblemente, que no sea absolutamente nada.

— Hola señor, ¿En que lo puedo ayudar?— Sacándome de mi divagación, una rubia me llama la atención.

Yo solo me acerco y me sostengo de la mesada. Me siento cansado, muy cansado.

— Hola, buenos días. Me han llamado de Dirección, mi hija es Jeon Hye Kyo, su curso es el B1. — Respondo y suelto un suspiro antes de morder el interior de mi mejilla.

Ella comienza a teclear en la computadora y a los pocos segundos puedo sentir el timbre que indica un nuevo receso, por lo que la tranquilidad y silencio se ve acabada en cuestión de segundos cuando los gritos y voces de los demás niños retumban en mis oídos.

— Jeon JungKook, sí aquí está. — Volviendo a mirarle, ella me tiende una hoja junto a un bolígrafo. — Por favor, firme aquí y luego puede ir directamente hacia dirección.

Tomando ambas cosas, firmo con rapidez y sonriendo de manera cortes, me despido de ella y a un paso ligero, comienzo a caminar hasta dónde debo de ir. Conozco muy bien el camino, por lo que no me cuesta nada en llegar hasta una puerta de color caoba, a una considerable distancia, puedo escuchar varias voces y sé que pueden estar discutiendo gracias a sus tonos prepotentes.

Parándome frente a la puerta, toco levemente y escucho un «Adelante», así que abriendo con lentitud, asomo apenas mi cabeza y allí veo a varias personas, incluida mi hija, quién suelta sollozos cargados de culpabilidad.

— Oh, señor Jeon. Un gusto verlo, pero qué pena que sea en estas circunstancias.— La directora Kim me habla cuando entro por completo al cuarto.

— El gusto es mío, Directora Kim. — Murmuro y miro bien a quiénes están sentados en las dos sillas de frente a la mujer.—¿Qué sucedió con Hye Kyo?

Mi hija me ve y lo único que hace es correr hasta mi y aferrarse a mi cuerpo, yo correspondo inmediatamente sin saber que sucede.

— De hecho, Hye Kyo solo se vio involucrada por error. — Yo la miro y suelto un suspiro de alivio. — El problema aquí es con los dos jovencitos.

— Ya dije que yo me defendí de Sam. — Jeongin murmura y baja su cabeza.

Mis ojos van hasta él y observo como su uniforme se encuentra lleno de tierra y hay alguna que otra mancha de sangre en sus manos, él tiene sus cabellos algo despeinados y puedo sentir su débil sollozo.

Hey, Doctor Jeon! [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora