19.

776 94 35
                                    

JungKook.




—¡Enhorabuena, Jimin!— Acercándome hasta mi hermano, lo abrazo con delicadeza antes de despeinar un poco sus cabellos.

Él suelta una risita y me da lo mismo que yo.

— No sabes cómo me siento, hombre. Me tiembla hasta el alma misma. — Murmura y puedo sentir como sonríe.

Teníamos un Psicólogo en la familia.

— Felicidades, lo mereces. — Despegándome un poco de él, lo miro y puedo sentir toda su felicidad.

Siento que Jimin está canalizando su dolor por otro lado y se ha concentrado en terminar su carrera y recomponerse a si mismo poco a poco y eso me hace sentir mucho más orgulloso.

— Venga muchachos, ¿Por qué no entramos? He reservado y la hora se acerca. — Nuestra madre nos toma a ambos de los hombros y sonríe simpática.

—¡Yo quiero torta de chocolate!— Mi bebé, que extrañamente se encontraba algo callada, exclama y sin dudarlo, toma mi mano y afianza su agarre. — Papá, te extrañe mucho.

¡Dios!

Sin darle oportunidad alguna, yo la tomo entre mis brazos y la alzo para darle un sonoro beso en su mejilla. Hye Kyo ríe levemente por ello y enrosca sus brazos por mi cuello y con su mano derecha, comienza a tocar el lóbulo de mi oreja.

— Yo también te he extrañado, bebé. — Le respondo mientras sigo a mi mamá y a mi hermano. — Dime, ¿Que has hecho en la escuela hoy?

— Fuimos al laboratorio, estuve con Siwon y me enojé con Sam. — Me informa cada una de ellas con muecas distintas.

¿Sam?

—¿Y por qué te has enojado con Sam? Claro si se puede saber. — Poniendo mi máxima atención en ella, puedo escuchar el bullicio de las personas en la cafetería y parpadeo volviendo a mi niña.

—¿Recuerdas que el año pasado tuvimos una presentación de nuestro grado?— Yo asiento. —¿Que bailamos?— Vuelvo a asentir.— Bueno, este año tenemos que bailar en pareja y me tocó con Yang Jeongin, es un niño de dos grados más alto que el mío.

—¿Y que con eso?

Tomando asiento al lado de mi madre, les doy una rápida mirada a ambos y los veo hablar armoniosamente, por lo que yo dejo que Hye termine de contarme lo que tanto parece perturbarle.

— Jeongin es un chico muy tímido, y Sam se burló de él por bailar conmigo y eso no me gustó, porque todos somos iguales y merecemos respeto. — Me habla con cierto enojo.

Puedo distinguir con su nariz se arruga un poco y un leve puchero se forma en sus labios.

— Y le dije que no lo hiciera y me gritó «Estúpida».

Vaya niño... Yo carraspeo un poco incómodo. Me molesta demasiado cuando recurren a los insultos.

— Jeongin me defendió, dijo que tuviera más respeto porque yo soy una niña y por sobre todo, una persona y merezco respeto. Así como tú me has enseñado papá.

Inconscientemente, suelto una pequeña sonrisa al escucharle.

Si hay algo que admiro profundamente de mi niña es la forma en la que toma mis palabras y enseñanzas.

Puedo decir que... Estoy criándola lo mejor que puedo. A pesar de mis horarios y pequeñas fallas, hago lo imposible por verla crecer como una persona con convicciones e ideales firmes, ella puede ser lo que desee en un futuro, pero jamás debe olvidar las cosas básicas de la vida.

Hey, Doctor Jeon! [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora