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10:45 AM.



—¿Que haces aquí, JungKook?— Su hermano le pregunta un tanto sorprendido al verle entrar a su hogar. — Creí que estarías en el Hospital.

— Esta es mi hora libre, podría decirse. — Responde dejando su mochila en la mesada. — Tengo una hora y media, por lo que quise venir a verles. ¿Dónde están los niños?

— Oh, están en el patio. Les he servido jugo y galletas. Van muy bien, ven a ver. — Jimin comenta y comienza a caminar en dirección hacia el patio, por lo que JungKook no duda un segundo y le sigue:— Por cierto, hombre. La niña Maia, es un tanto...

—¿Revoltosa?— JungKook inquiere y cuando Jimin asiente, él suspira:— Eso es lo que me han dicho sus padres, no pueden ponerle un freno. No saben que hacer con ella ya.

— En lo personal, me ha sacado de las casillas en solo 15 minutos. ¡Tú le vieras! Les manda como si fuera la jefe del grupo. — Jimin suelta con irritación. — Ninguno le lleva la contra, excepto Hye Kyo. Quién ya le ha dicho que es un trabajo en equipo.

— Es Hye Kyo, Jeon Hye Kyo. No se queda callada cuando algo no le gusta y menos agrada. — JungKook sonríe por ello.

Jimin ríe por lo bajo y cuando ambos se encuentran en el patio trasero, pueden notar como los cuatro niños están pintando lo que debían. JungKook observa a su hija, quién está tan concentrada que no se da cuenta de su presencia.

Ella lleva un rodete perfecto hecho por su hermano y ropa de entre casa, una cual no importaba manchar con pintura, porque Hye Kyo amaba enchantrarse cuando hacía algo así.

— Hye Kyo, así no debes de pintarlo. Primero va el color rojo y luego el negro. Lo estás haciendo mal. — Maia le regaña a la pequeña pelinegra, quién no le lleva el rastro y sigue pintando. — Hye Kyo, estoy hablando.

JungKook y Jimin se miran entre sí y hasta pueden sentir la tensión en el aire.

Madre mía.

— Hye Kyo, ¿Eres sorda?— Maia pregunta con mal humor.

— Te escuché, Maia. — JungKook puede notar como su hija mira hacia la otra muchachita y no parece contenta. — Y no soy sorda, sé lo que hago y está bien.

— No lo está, te dije que primero va el rojo y luego el negro. ¡Lo estás arruinando!— Maia exclama irritada.

— Yo no estoy arruinando nada, si hubieras escuchado a la Mamá de Siwon, sabrías que primero va el negro y luego el rojo, pero siempre quieres mandarnos cuando no puedes hacerlo porque no tienes el derecho.— Hye Kyo contesta molesta. — Estás en la casa de mi papá, ten respeto.

Jimin y JungKook vuelven a mirarse asombrados.

¿De dónde había sacado ese carácter? Maldición, hasta a ellos los dejó callados.

Maia aprieta sus dientes y suelta el pincel con ira, Siwon y Misung miran con una sonrisa a Hye Kyo, quién claramente no se rinde y mucho menos se nuestra con debilidad ante ella.

—¡Eres una...!

—¡Oigan!— JungKook decide intervenir al ver el gran problema que se vendría. — No discutan y mucho menos peleen, es un trabajo en conjunto. ¿Vale? Siwon debe de entregar su maqueta a tiempo.

Los niños miran en la dirección proveniente de dicha voz y cuando Hye es consciente de su padre, no demora en levantarse y sacudirse un poco antes de salir corriendo dónde él. JungKook recibe el caluroso abrazo de su hija y acaricia su mejilla en respuesta.

Hey, Doctor Jeon! [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora