CAPÍTULO ESPECIAL.

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JungKook: 19 años.

Hye Kyo: Año y tres meses.





JungKook mira con amargura y vaguedad sus hojas, había un sinfín de conceptos que debe de saber y estudiar como nunca. Maldita sea su segundo año de Medicina.

—¡Papá!— Hye Kyo chilla y pega un pequeño manotazo en su rostro. Él baja su mirada y le ve sonriente.

Tener que estudiar mientras Hye está en su falda y busca jugar con sus apuntes, le está dificultando demasiado. Apenas podía leer ya que la bebé buscaba sacarlos. No la culpa, quiere jugar, y lamentablemente, él no puede hacerlo como le gustaría.

—¿Sabes? Deberías de estar durmiendo, pero no tienes ni indicios de querer hacerlo. — Él murmura y besa su cabeza. Hye lleva sus manos hasta las mejillas de su padre y las aprieta con ternura y torpeza a la vez.

JungKook sonríe embobado por su niña. Siempre está buscando la forma de demostrarle amor, sea como sea.

Con abrazos, con besos babosos o pequeñas balbuceadas que logran entenderse.

—¿No quieres dormir? Es tarde ya. — Susurra y la toma de su torso para sentarla frente suyo.

Hye arruga su nariz y hace un pequeño puchero al sentir sus cabellos molestarle el rostro, por lo que su padre se los quita con delicadeza y vuelve a sostenerle.

Hacia tan solo tres semanas en donde Seunmi les dejó, hace cinco días que Hye abandonó el Hospital por su asma.

¡Joder con ese Hospital! El Asan Medical Center parecía ser uno de los mejores de toda la ciudad y le encantaría trabajar allí.

Además el Médico que atendió a Hye fue muy atento y amoroso con su niña.

Su nombre es Kim SeokJin, quién hace poco se graduó y tuvo la suerte de conseguir un puesto como nuevo Médico pediatra.

Un tipo agradable.

Se sorprendió cuando supo su edad, puesto que creyó que él era hermano de Hye Kyo y no su padre, pero solo pudo felicitarlo por la preciosa niña que tenía en su vida.

Su pequeña cosita torpe que todo lo que toca rompe.

— Venga cariño, debes de tomar tus medicamentos.

Sabiendo que debe dejar sus cosas, JungKook toma a Hye Kyo en sus brazos y se levanta para ir en busca de su jarabe, uno que odia, pero que es necesario y le hará bien a su recuperación.

Hye mira todo con atención, últimamente ha estado atenta hasta de sus mínimos pasos, le llama la atención todo lo que tenga que ver con decoración, ropa, sus juguetes y claro está, sus fotocopias, libros, maquetas y demás.

Entrando a la pequeña cocina del Departamento que apenas y puede costear, con un solo brazo, tiene a Hye y con su mano libre busca el medicamento dentro del refrigerador.

—¿Sabes? Cuando seas lo suficientemente mayor, te diré el porqué odio darte medicamentos por una jeringa. — Murmura sentando a Hye en la mesada.

Siendo él su soporte para que no cayera, JungKook debe de hacer maniobras para poner la cantidad necesaria en la jeringa y dársela.

Pero la tarea estaba dificultandole la vida misma porque Hye quería tocar el jarabe.

— Bebé de papá, cuando el jarabe caiga...— JungKook carraspea y deja de intentarlo. Solo puede mirar a Hye.

Ella solo puede sonreírle y mostrar sus dientitos. Él rueda sus ojos al sentirse tan débil ante una niña de solo un año.

¿Que será de él cuando ella tenga 8—9 años? Dios lo libre.

Hey, Doctor Jeon! [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora