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¿Hacemos un pequeño juego? ¿qué tal unos 50 comentarios y el fin de semana pueden recibir una maratón? 


JungKook.





21:00

Al fin podría decirse que mi día acabo, realmente no sé cómo he mantenido la compostura en tantas horas de ir y venir, correr hacia Guardia o Cuidados Intensivos y claro está, luego asistir a mis pacientes que esperaban por sus citas conmigo.

Últimamente la gente no tiene paciencia y por eso mismo, debo de cargar con cada molestia y reproche que madre mía. A veces solo tengo ganas de colocarme unos malditos auriculares y no escuchar a nadie hablarme.

Mi cansancio mental está siendo devastador, mucho más que el físico. Y temo por ello, puesto que no soy la mejor persona como para tomarme una enfermedad a estas alturas.

El tratamiento que llevo me ha dado muy buenos resultados, sin embargo, eso no significa que esté curado, porque vamos, mi anemia es de por vida y si apenas le he descubierto hace un tiempo atrás, es porque siempre le tuve y nunca fui consciente de ella hasta que casi muero en un tiempo de sobre exigencia y estrés.

—¡Papá!— Puedo escuchar una vocecita llamar a por mi. Inevitablemente una sonrisa se escapa de mis labios.

Hye apenas y asoma su cabeza por sobre el sofá, sus cabellos se encuentran despeinados y sonríe dejándome ver sus dientes blancos.

—Pareces una bruja, mira tus cabellos. — Me burlo llegando hasta donde se encuentra. Mi mochila cae por si sola y cierro mis ojos cuando escucho el estruendo fuerte, ¡La maldita laptop!— Mierda.

Hye Kyo abre sus ojos de la sorpresa y suelta una risa chistosa al haberme escuchado maldecir. Es decir, nunca lo hago con ella presente. Aunque sé que ha aprendido a decir ciertas palabras, que... Bueno, Yoongi tiene la culpa de que mi hija haya aprendido semejante vocabulario guarro.

—¿Cómo te ha ido, papá? Pensé que volverías más tarde. — Murmura parándose sobre el sofá. Ella atrae sus manos hasta mi rostro y aprieta mis mejillas. — Estás cansado, ¿Verdad? — Hye carraspea y aunque busca toser, lo soporta.

Quiero decirle que sí, pero siento que hay algo que quiere hacer conmigo y yo también deseo pasar tiempo con ella.

Podré dormir luego.

— No, claro que no. — Niego llevando mis manos hasta las suyas para tomarlas y acariciarles. —¿Por qué?

— Porque el tío Jimin trajo una película que quiero que veamos juntos. ¿Te parece?— Me dice con entusiasmo. — Por cierto, él se encuentra en el baño. Creo que está discutiendo con el tío Yoongi. — Su pequeña mueca me muestra el descontento de ello.

Yo asiento y abulto mis labios, hace días Jimin me viene comentando sobre comportamientos extraños por parte de Yoongi y él cree que hay algo más en la relación, o mejor dicho... Alguien más. Y deseo que no sea así. Porque si mi hermano sufre, no me importa mucho perder una amistad.

— Venga cariño, ¿Por qué no vas por la película? Muéstrame cual es. — Cambiando rápidamente de conversación, le pido con tranquilidad.

Hye me quiere responder, pero una tos seca de nuevo la toma de sorpresa y le cuesta recomponerse, ella me mira con un poco de temor y yo recién puedo darme cuenta de algo que antes no.

— Ya vuelvo.

— No, no. Ven aquí. — La llamo cuando soy consciente de que casi salta del sofá. — Acércate.

Hey, Doctor Jeon! [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora