Mis dos hermanos son unos bombonazos.
Las chicas se quedan mirándolos, y yo presumo de ir en medio de ellos, siendo mimada, ya que Jonas por lo menos, tiene la gentileza de no andar de oji alegre como Dean. Ellos en personalidad son como dos grandes polos puestos, donde Dean es ruidoso, Jonas es silencioso, donde Dean es extremadamente testarudo, nuestro hermano mayor es la voz de la razón.
Ni una sola vez lo he juzgado por bailar en el circo que mi padre monta con él y con su nueva familia. El lo hace con un objetivo claro: Los beneficios. Y eso es admirable, ahora mismo es gerente regional, y lo ha conseguido con mucho sacrificio. Notas perfectas, cócteles sonrientes, y navidades divididas. Muchas personas podrán decir que es un interesado, o que solo lo mueve la ambición, pero siempre debemos observar el panorama completo, quisiera poder actuar como él, pero siempre he sentido en mi corazón que soy una perdedora.
Dean tiene clara su vida, él también y yo tengo mi mundo patas arriba.
Y al final del día siento que Jonas no carga con las culpas ajenas, y construye su propio juego sin recriminaciones como lo hacemos Dean y yo, juzgamos a nuestro padre por el abandono, Jonas entiende la ambición mejor que nosotros, y lo vemos desde dos puntos diferentes.
- Menudo culo - Murmura Dean olvidando por completo que estoy sentada a su lado.
- Eres un vulgar - Pero le lanzo una mirada apreciativa a la chica.
- Oh y tu eres una princesa de Disney.
Le saco la lengua en un acto de inmadurez.
- ¿Cuál vamos a ver? - Me pregunta Jonas ya que es mi turno de escoger la película, y la verdad decido ser una hermana menor muy fastidiosa, así que escojo una animada, que se que odia, o al menos Dean, ya que Jonas no se queja nunca de nada.
Juntamos nuestras cabezas, y doy clic para tomar la fotografía. Y la subo a mi Instagram, abro mis mensajes y se la envió a nuestra madre, ella ama coleccionar nuestras fotos juntos, que siendo honesta no suele ser de los tres, normalmente somos Dean y yo, ya que vivimos prácticamente juntos. Duerme más noches en mi apartamento que en el suyo.
- No quiero de caramelo - Refunfuña Dean con el niño que es.
- Podemos compartir, mitad y mitad. Es que yo no me como unas enteras.
- Pues compra las pequeñas.
- No me van a alcanzar, voy a quedar con ganas de más.
- Siempre dejas, y las tiramos.
- No es cierto.
- Si lo es, tomare fotos para tener pruebas - Chasquea la lengua molesto, mientras pide refrescos y perritos calientes.
- Bueno basta los dos, compra las malditas palomitas mitad y mitad - Jonas interviene, y Dean murmura entre dientes que siempre me da la razón, abrazo a mi hermano mayor, mientras este pasa un brazo por mis hombros y besa la cima de mi cabeza.
Dejamos a Dean solo haciendo la orden, y nos alejamos para tomar servilletas.
- ¿Cómo va el trabajo? - Me pregunta de manera casual, mientras mira algo en su teléfono.
- Va bien, me gusta. Y estoy aprendiendo mucho - Lo digo sinceramente.
- ¿Y la universidad? - Ya se por donde va esta conversación.
- Estoy viendo, aún no tengo claro que quiero estudiar.
- Sia... - Murmura poco convencido.
- Lo estoy haciendo, lo juro. Solo no quiero arrepentirme. Y cambiar a mitad de carrera, no tengo el presupuesto para eso.
ESTÁS LEYENDO
Por Siempre Incorrecto
Teen FictionAlessia y Lucas Dos corazones rotos. Es inevitable cuando la única persona que te puede sanar, es la misma que te rompió.