Por Siempre Incorrecto

CAPÍTULO 2

Lucas

El día que Alessia acepto ser mi chica me hizo estúpidamente feliz, llevábamos tantos años discutiendo, y se podría decir que nosotros éramos el típico cliché andante, cuando nos conocimos ella me odiaba, a mí me parecía la hermana mimada de mi mejor amigo a la que me gustaba fastidiar. Nos gustábamos, la deseaba demasiado, pero era más fácil ser odiosos y tentarnos. Cuando lo hicimos oficial y admitimos que estábamos enamorados, no fue bien recibido por muchas personas, ellos pensaban que íbamos a terminar peor y que saldríamos heridos y todo ese drama, y que las amistades quedarían en medio de toda esa mierda.

Y no los defraudamos.

Duramos 2 años y medio, ¡Joder! Todo un maldito récord, ella ha sido mi relación más larga, la segunda chica de la que he estado enamorado y con la que esperaba estar, no sé quizás... toda la maldita vida. Pero a nuestro alrededor siempre estuvo Aiden, antes de que fuéramos novios, Sia siempre me puso celoso con él, entre ellos siempre hubo alguna estúpida conexión. Y los celos, las inseguridades y las dudas arruinaron todo cuando se hicieron realidad.

Estiro mis brazos y flexiono mis dedos, estuve tatuado por catorce horas seguidas, pero la pieza que hice supero hasta mis propias expectativas. Los colores, las sombras y las líneas hacen que el samurái se vea como en 3D sobre la espalda de mi cliente. Tomo un par de fotos más para agregarlas a mi Book, y las redes sociales.

- Te quedo genial - Ken me pasa una taza de café- Deberías apuntarte a la convención que tendrá lugar en un par de semanas, en donde tu hermano mayor será juez - Sonríe orgulloso.

En el fondo estoy orgulloso de él, pero no es bueno para su ego que se lo haga saber. Ken tatúa desde los dieciséis. A los veinte años se tomó el tiempo de pulirse y ahora que tiene 29 años se ha convertido en el mejor de todo Londres, y esto ha permitido que el local esté creciendo de manera monumental, el negocio se ha diversificado con la marca Rider's tenemos una gran variedad de productos, diseñamos tablas de skatebording, camisas, cigarrillos electrónicos... todo ese tipo de cosas.

Nada que ver con la niñez que tuvimos - Sería bueno inscribirme, podría decirle a uno de los gemelos que me regalen un poco de piel, porque tiene pocos tatuajes y buenas áreas para trabajar - comento finalmente.

- Dile a Tommy, tolera más el dolor que Trevor - Hace un gesto raro y me apunta con un dedo - Jamás repitas lo que acabo de decir.

- Tu bebé Trev se puede ofender - Ken fue el papá de todos. Pero los gemelos son como sus hijos, al menos los ama y los cuida como si lo fueran.

Posteó en mis redes sociales las fotos que tome del samurái, y al momento veo la notificación de que Sia le dio, me gusta en Instagram. Joder, no sé porque después de haber terminado sigo tan pendiente, decidí no ceder a la inmadurez de bloquearla, pero sí deje de seguirla. Sin embargo, ella no ha dejado de hacerlo.

Abbi la novia de Ken llega haciendo su usual alboroto, Steph está con ella y Aisha que está muy cerca de mi suelta un sonoro bufido mientras continúa trabajando en el brazo de su clienta. La miro con una ceja elevada, y ella levanta su mirada por encima de sus anteojos de pasta rosa y no se esmera nada en disimular el desagrado que le provoca la acompañante de Abbi ella se declaró así misma como #TeamSIA.

- Hola bombón - Escucho como la novia de mi hermano lo llama antes de acercarse y besarlo.

Ella es más su esposa, pues viven juntos y llevan 9 años de relación, solo que aún no han dado el paso de casarse... porque según mi cuñada, cuando una pareja lleva tanto tiempo junta, y se casa, existe un 80% de probabilidad que se separen.

Ridículo. Pero según ella, está científicamente comprobado.

Me tomo mi tiempo para acercarme a Steph ella sonríe de medio lado, y es una mujer hermosa. Lo sabe y lo sé, ella se estira y me abraza por la cintura, enredo mis brazos a su alrededor. Se siente bien, pero no genial, no estupendo y no revoluciona mi jodido pene con tan solo tenerla cerca. Me gusta el gorro de lana rosa que tiene en su cabeza y cuando me separo de ella lo acomodó de nuevo en su sitio.