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Después de aquella magnífica recepción en honor a Henutmire y su hijo todo se había vuelto a su favor, el príncipe Moisés se había vuelto tan requerido y deseable para las nobles y princesas de otros reinos, incluyendo su capacidad como arquitecto...

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Después de aquella magnífica recepción en honor a Henutmire y su hijo todo se había vuelto a su favor, el príncipe Moisés se había vuelto tan requerido y deseable para las nobles y princesas de otros reinos, incluyendo su capacidad como arquitecto del reino, esto le había traído ventajas con su abuelo el rey Seti, tantos años de haberlo despreciado y ahora era tratado cómo un hijo para el.

Pero solamente una mujer habitaba en el corazón del príncipe .   .   .

La noche finalmente cayó sobre Egipto. Moisés ya hacía en sus aposentos recostado en la suavidad de su cama pensando en todo lo que había sucedido, por todo lo que había pasado, y las últimas confesiones de su mejor amigo, estaría dispuesto a cumplir con el pedido de Ramsés??  O pelearía por la mujer amada???

Tanto tiempo ocultando sus sentimientos hacia Nefertari lo tenían agobiado, sabía perfectamente que tenía que confesarle todo, tenía que luchar por ella, por su amor. El ruido que provenía de la puerta de su cuarto lo había hecho volver a la realidad, quien podría ser a esta hora de la noche? Se preguntaba el príncipe, seguramente se trataba de una broma de Ramsés.

Para su buena suerte no era Ramsés. ¿¿Acaso los dioses oyeron sus plegarias??

Era Nefertari quien se encontraba frente a el, esa hermosa sonrisa, su mirada, el brillo de sus ojos, sin duda estaba perdidamente enamorado de esa mujer.

Nefertari...que sorpresa — dijo sorpresivo al formar una sonrisa.

— Disculpa la hora pero tengo que hablar contigo, ¿No te molesto? — preguntó sin apartar su mirada.

— No, no para nada, eres bienvenida pasa — extendió su brazo para después dejarla entrar a los aposentos, era la primera vez que ella pisaba su cuarto, todo era tan bonito, Moisés era un hombre tan simple y amable.

Entre un suspiró y una decisión se giró a verlo, ahí estaba el quien no dejaba de mirarla, se podía sentir el nerviosismo de ambos, uno tenía que romper el hielo y hablar o aquí mismo les daría el amanecer.

𓂀 ℚ𝕦é 𝕙𝕦𝕓𝕚𝕖𝕣𝕒 𝕤𝕚𝕕𝕠 𓂀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora