∆ 19 ∆

228 17 13
                                        

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Eran crudos los días y amargo el tiempo que heria su cálido corazón, sus ojos repletos de lágrimas gritaban de tristeza de ver a su hombre amado en los brazos de otra mujer, esas caricias, esos besos, esas sonrisas, simplemente no era ella quien p...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Eran crudos los días y amargo el tiempo que heria su cálido corazón, sus ojos repletos de lágrimas gritaban de tristeza de ver a su hombre amado en los brazos de otra mujer, esas caricias, esos besos, esas sonrisas, simplemente no era ella quien podría estar entregándole su amor, no era ella la elegida para estar con el.    .    .

No podía seguir así, habían transcurrido tres lunas enteras, tres lunas en las que sus lindos ojos marrones derrocharon sin cezar sus lágrimas. Nefertari debía seguir adelante, con o sin Moisés ella había elegido ser feliz, continuar su vida sin el, dejando atrás todas esas promesas.

Por otro lado el futuro rey de Egipto no toleraba la idea de que Ramsés estuviera cada día más cercano a Nefertari, odiaba la idea de pensar que ella podría darle una oportunidad, tan solo imaginarla en los brazos de otro hombre lo carcomian de celos y coraje.

— Mi señora aquí le dejo la bandeja con su desayuno. — dijo Karoma con una sonrisa.

— Gracias amiga — le agradeció y le hizo una señal para que se sentará a comer junto a ella.

— Gracias a los dioses que por fin decidió dejar de lado al príncipe Moisés. — dijo la dama.

— Confieso que no es nada fácil Karoma. — sollozo suavemente. — Pero no puedo pasar toda mi vida llorando por el, yo seguiré adelante sin el.

Pero sin haberlo esperado la voz del hijo de la hija del rey la sorprendió por completo, sin duda estaba detrás de ella, su cara lo decía todo, el príncipe había oído cada una de sus palabras.

— Moisés...

— Disculpa las molestias Nefertari, necesitamos hablar. — le suplico con la mirada.

— ¿Hablar de qué? — preguntó curiosa. — Vuelve con tu prometida, Maya debe de estar buscándote

— Eso puede esperar esto no. — y con una tonalidad más profunda hizo mostrar su flor favorita, lo había logrado, su corazón palpito ante esa dedicación pero no podía cegarse a la realidad.

𓂀 ℚ𝕦é 𝕙𝕦𝕓𝕚𝕖𝕣𝕒 𝕤𝕚𝕕𝕠 𓂀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora